LAS PIRAMIDES



El Presidente de Fenalco dijo que Colombia era el único país del mundo donde la gente hacía fila para que la estafaran. La frase es lapidaria.




La estafa es un delito de habilidad, en el que un sujeto imaginativo y convincente logra que un tonto le dé cosas valiosas a cambio de una ilusión. Todos los días hay vendedores de espejuelos a la caza de compradores de minas de oro. Lo que no es frecuente es que la superchería alcance para timar una sociedad entera, a la vista de todos. El estafador de nuestra historia tiene la malévola condición de los de su laya. Pero en este caso habrá de sumársele audacia inigualable y el cálculo asombroso de que somos los demás tontos de capirote y de que no hay Fiscalía, no hay Procuraduría, no hay Defensoría del Pueblo, no hay Superintendencias, no hay Ministro del Interior, no hay prensa, no hay nada. Montar semejante industria en tal cadena de suposiciones indica la clase del rufián. Y que le resulte acertada, indica la pobre nación que somos.




No por inteligentes ni por sabios dijimos en estos medios escritos y en La Hora de la Verdad que cada mañana sacamos al aire, y hace más de un año, lo que estaba ocurriendo y sobre todo, lo que se nos venía encima. Si las cosas mantienen este ritmo diabólico, clamábamos en el desierto, las pirámides se convertirán en el peor problema de orden público de los últimos tiempos. Y teníamos la paciencia de recordar que no hay negocio en el mundo que produzca bastante para semejantes promesas, cumplidas para los primeros, que se convertirán a su turno en heraldos del hallazgo para pescar enseguida infinidad de majaderos. Y nos preguntábamos dónde andaban metidas las autoridades que tan insólita extravagancia toleraban. No lo recordamos para salvar una responsabilidad íntima, sino para subrayar el gravísimo hecho de que los cálculos de los bandidos resultaron a la perfección.




De los estafados, cuyos dramas no hay para qué repetir y por duros son mejor para callados, corresponde afirmar que fueron codiciosos, ingenuos, amantes de las ganancias irracionales y de los milagros. Tienen mucho en común con los que pagan generosas limosnas a los pastores de iglesias que sacan demonios del cuerpo entre orgías de histeria. Pero algo más. De seguro que el empresario del engaño no hubiera logrado nada con ninguno de los miles que se agolpaban a sus puertas. Era necesario que estuvieran juntos. Don Gregorio Marañón, el primer estudioso de la sicología de las masas, demostraba que en ellas se produce una suerte de vaciamiento interior y que la responsabilidad individual se traspasa a ese monstruo amorfo, irracional, cruel, absorbente, del que pasa a depender y del que se nutre para las peores empresas. Ortega y Gasset, en La Rebelión de las Masas, anticipaba estos extravíos del individuo, que deja de serlo en las entrañas de ese curioso dueño de las voluntades y las conciencias. Cada depositante Hubiera preguntado. Hubiera olfateado el engaño. Pero el secreto de la magia estuvo en reunirlos. Cada uno en la fila depositaba su plata al ladrón y su confianza en el que iba adelante y en el que venía detrás. Tantos no pueden equivocarse. Y si en la fila aparece el policía, o el juez, o el artista, salirse de ella es como una claudicación o un perjurio.




Queda el cálculo sobre la autoridad. Mientras al Presidente no le propongan el tema en Consejo Comunal, no se da cuenta. Y estaban en lo cierto. El Ministro del Interior no cree que el asunto sea suyo. También era cierto. El íntimo amigo del Fiscal es nuestro abogado. Simplemente es un hecho. El Procurador no existe. Otro hecho. El Defensor del Pueblo no ha defendido a nadie. El Superintendente Financiero se mete con los Presidentes de los Bancos. No le damos la talla. El de Sociedades, a lo sumo nos pone una multa. Le pagamos mil. Y la Policía y los jueces, y el Das y el CTI esperan instrucciones. Si algún día meten presos a los delincuentes, será bueno aprovecharlos en una cátedra de Ciencia Política.

Fernando Londoño Hoyos (lahoradelaverdad.com.co)

1 comentario:

  1. AY SEÑOR LONDOÑO CON QUE MORAL CRITICA SI USTED PARTICIPA EN LA PEOR PIRAMIDE DE TODAS, LA QUE LLEVO A ALVARACO AL PODER. LA VERDAD, JAJAJA NO ME HAGA REIR O ES QUE LO DEL JUEZ DE TUNJA QUE USTED INTENTO SOBORNAR NO ES UNA LEGULELLADA PROPIA COMO LAS SUYAS. QUE SE PODIA ESPERAR DE UN ENGENDRO COMO USTED SINO ARTICULOS Y BLOGS COMO ESTE.

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