El fin de año es tiempo de balances, pero hay quienes aprovechan la ocasión de manera interesada para provocar confusión y desconcierto, parapetándose en falsos balances. Es el caso de la Fundación Arco Iris, que presentó en estos días un balance muy superficial y contraevidente de la situación actual de nuestro conflicto interno.
Al contrario de lo que dice Arco Iris, la situación de las Farc es realmente calamitosa, la peor de los últimos 20 años. Es falso que cedan voluntariamente espacio a cambio de tiempo. Esta fue la expresión que yo utilicé hace seis años para describir la respuesta de las Farc en los inicios del Plan Patriota. Pero hoy la situación es radicalmente distinta: las Farc han perdido un espacio irrecuperable y el tiempo empezó a jugar en su contra. Mejor dicho, su tiempo ya pasó. Su momento culminante de victoria, como diría Clausewitz, ocurrió durante la segunda mitad del gobierno Samper y la primera mitad de la administración Pastrana. Con Uribe vino su caída en picada. Y es irreversible.
En efecto, cada día que pasa el Estado es más fuerte y las Farc más débiles. Cifras al canto: según la Fundación Seguridad y Democracia, entre enero y octubre de 2002 esa guerrilla realizó 330 acciones ofensivas contra la Fuerza Pública y en el mismo período de 2008 efectuó sólo 98, es decir, el 70 por ciento menos. En 2002 realizo 246 retenes en todo el país y en 2008 sólo 15, o sea, el 94 por ciento menos. En 2002 secuestró a 830 personas y en 2008 plagió a 94, el 88 por ciento menos. Y no es porque no hayan querido, sino porque el Estado y su debilidad se lo han impedido. Su capacidad operacional ha caído en promedio en 80 por ciento y es consecuencia tanto de la pérdida de comando, control y comunicaciones, como de la disminución del número de combatientes y de presencia territorial: pasaron de 18.000 hombres a menos de 7.000, según se puede corroborar con los testimonios de los desertores, y su presencia territorial es hoy menos de la mitad que en 2002. Adicionalmente, al menos 40 de sus estructuras armadas, o sea el 60 por ciento, están hoy inactivas. Las restantes se encuentran seriamente disminuidas. Por si fuera poco, 2008 ha sido para las Farc un annus terribilis, el peor de su historia. Entre bajas (Reyes, Ríos, Martín Caballero, etcétera, etcétera), decesos (Marulanda), deserciones (Karina, Isaza, etcétera,etcétera) y capturas (Martín Sombra, etcétera,etcétera) han perdido lo más experimentado y simbólico de su organización.
Y del ELN, ni hablar. Arrinconado por el Estado, está escasamente dedicado a la sobrevivencia y al narcotráfico, en alianza con grupos emergentes. Realiza sólo una insignificante acción ofensiva contra el Ejército cada dos (¡!) meses. Sus guerrilleros andan, en palabras de Mao Zedong, como insurrectos errantes, sin sentido ni rumbo. Hoy son menos del 20 por ciento de lo que fueron en su mejor momento.
Con respecto a las bandas emergentes, no es cierto que sus estructuras hayan aumentado. De hecho, se han reducido por efecto de la absorción de los grupos pequeños por las bandas más grandes. Pero lo más importante es que su presencia municipal también se ha reducido: en 80 por ciento con respecto a la que tenían los paramilitares desmovilizados, y en 10 por ciento en relación con lo que era su presencia territorial en 2006. Esto significa que en la actualidad más de 550 municipios del país han sido liberados de la presencia de este tipo de bandas. Por eso es que el número de 10.000 integrantes que calcula Arco Iris parece sacado de la manga.
Adicionalmente, su carácter contrainsurgente es cosa del pasado. Estamos frente a un fenómeno nuevo que se debe nombrar de manera distinta, si no se quiere crear confusiones. Ahora son narcobandas aliadas con la guerrilla para protegerse conjuntamente de la acción antinarcóticos del Estado. Ya no combaten a la guerrilla ni a sus bases sociales. Sus amenazas contra dirigentes sociales y ONG en las regiones no son por razones ideológicas, sino porque no resultan funcionales a sus intereses mafiosos. Y no se debe descartar que algunas fuerzas oscuras (que, como las brujas, que las hay, las hay) estén utilizando el nombre de esas narcobandas para realizar amenazas contra personas y organizaciones, aprovechamiento que, obviamente, no otorga a esas bandas un carácter contrainsurgente.
El balance de la guerra es, entonces, absolutamente favorable al Estado colombiano e inapelablemente desfavorable a los grupos irregulares. Sobre esto no es serio ni honesto generar dudas, así como tambien no se puede afirmar -de hecho, nadie lo hace- que la situación esté totalmente controlada.
Alfredo Rangel (semana.com)
Al contrario de lo que dice Arco Iris, la situación de las Farc es realmente calamitosa, la peor de los últimos 20 años. Es falso que cedan voluntariamente espacio a cambio de tiempo. Esta fue la expresión que yo utilicé hace seis años para describir la respuesta de las Farc en los inicios del Plan Patriota. Pero hoy la situación es radicalmente distinta: las Farc han perdido un espacio irrecuperable y el tiempo empezó a jugar en su contra. Mejor dicho, su tiempo ya pasó. Su momento culminante de victoria, como diría Clausewitz, ocurrió durante la segunda mitad del gobierno Samper y la primera mitad de la administración Pastrana. Con Uribe vino su caída en picada. Y es irreversible.
En efecto, cada día que pasa el Estado es más fuerte y las Farc más débiles. Cifras al canto: según la Fundación Seguridad y Democracia, entre enero y octubre de 2002 esa guerrilla realizó 330 acciones ofensivas contra la Fuerza Pública y en el mismo período de 2008 efectuó sólo 98, es decir, el 70 por ciento menos. En 2002 realizo 246 retenes en todo el país y en 2008 sólo 15, o sea, el 94 por ciento menos. En 2002 secuestró a 830 personas y en 2008 plagió a 94, el 88 por ciento menos. Y no es porque no hayan querido, sino porque el Estado y su debilidad se lo han impedido. Su capacidad operacional ha caído en promedio en 80 por ciento y es consecuencia tanto de la pérdida de comando, control y comunicaciones, como de la disminución del número de combatientes y de presencia territorial: pasaron de 18.000 hombres a menos de 7.000, según se puede corroborar con los testimonios de los desertores, y su presencia territorial es hoy menos de la mitad que en 2002. Adicionalmente, al menos 40 de sus estructuras armadas, o sea el 60 por ciento, están hoy inactivas. Las restantes se encuentran seriamente disminuidas. Por si fuera poco, 2008 ha sido para las Farc un annus terribilis, el peor de su historia. Entre bajas (Reyes, Ríos, Martín Caballero, etcétera, etcétera), decesos (Marulanda), deserciones (Karina, Isaza, etcétera,etcétera) y capturas (Martín Sombra, etcétera,etcétera) han perdido lo más experimentado y simbólico de su organización.
Y del ELN, ni hablar. Arrinconado por el Estado, está escasamente dedicado a la sobrevivencia y al narcotráfico, en alianza con grupos emergentes. Realiza sólo una insignificante acción ofensiva contra el Ejército cada dos (¡!) meses. Sus guerrilleros andan, en palabras de Mao Zedong, como insurrectos errantes, sin sentido ni rumbo. Hoy son menos del 20 por ciento de lo que fueron en su mejor momento.
Con respecto a las bandas emergentes, no es cierto que sus estructuras hayan aumentado. De hecho, se han reducido por efecto de la absorción de los grupos pequeños por las bandas más grandes. Pero lo más importante es que su presencia municipal también se ha reducido: en 80 por ciento con respecto a la que tenían los paramilitares desmovilizados, y en 10 por ciento en relación con lo que era su presencia territorial en 2006. Esto significa que en la actualidad más de 550 municipios del país han sido liberados de la presencia de este tipo de bandas. Por eso es que el número de 10.000 integrantes que calcula Arco Iris parece sacado de la manga.
Adicionalmente, su carácter contrainsurgente es cosa del pasado. Estamos frente a un fenómeno nuevo que se debe nombrar de manera distinta, si no se quiere crear confusiones. Ahora son narcobandas aliadas con la guerrilla para protegerse conjuntamente de la acción antinarcóticos del Estado. Ya no combaten a la guerrilla ni a sus bases sociales. Sus amenazas contra dirigentes sociales y ONG en las regiones no son por razones ideológicas, sino porque no resultan funcionales a sus intereses mafiosos. Y no se debe descartar que algunas fuerzas oscuras (que, como las brujas, que las hay, las hay) estén utilizando el nombre de esas narcobandas para realizar amenazas contra personas y organizaciones, aprovechamiento que, obviamente, no otorga a esas bandas un carácter contrainsurgente.
El balance de la guerra es, entonces, absolutamente favorable al Estado colombiano e inapelablemente desfavorable a los grupos irregulares. Sobre esto no es serio ni honesto generar dudas, así como tambien no se puede afirmar -de hecho, nadie lo hace- que la situación esté totalmente controlada.
Alfredo Rangel (semana.com)
yo más bien diría en el últim párrafo "El balance de la guerra es, entonces, absolutamente favorable para el Estado y sus amigos los narcos".
ResponderEliminarNo me venga ahora a decir que porque no me gusta la actitud conservadora y dictadora de este gobierno soy catalogado como un mamerto o cmo guerrelliero...jajaja POR DIOS... en que país estamos... esta vaina si esta jodida..
Para el comentarista anonimo.- Señor usted aduce y ''sus amigos los narcos'', entonces el Estado es amigo de los principales narcos las farc,eln,bandas emergentes,Manerto es un termino acuñado por los del PCC en los 50 para identificar a los intelectualoides de esa epoca,que comulgaban con los stalinistas y estaban de acuerdo con las purgas y masacres de este lider de la URSS, y que se oponian al cambio propuesto por los de la JUCO , y MOIR y algunos del PC colombiano de la epoca como Gilberto Viera lider de avanzada y visionario de su epoca.
ResponderEliminarQue horror de página... se debería llamar fascistas.com o matemosladiferencia.com... serían mas honestos. Pero qué se le puede pedir al asesino, al alienado, al ignorante...: ser uribestia y dedicarse a tratar de ocultar su verdadero intérés. http://www.youtube.com/watch?v=a4I5luES4YE
ResponderEliminarME PARECE QUE MUCHO DE LO QUE SE DICE ES CIERTO EN EL ARTICULO, LAS CIFRAS Y LO ACONTECIDO DURANTE EL AÑO LO MUESTRAN, AHORA BIEN EL GOBIERNO NO ES QUE SALGA MUY BIEN LIBRADO, FALSOS POSITIVOS, ASESINATOS DE LIDERES EN CONFUSOS HECHOS.
ResponderEliminarEN SINTESIS NI LA GUERRILLA CON SU IDEOLOGIA NARCOTERRORISTA COMO DICEN UNOS NI LOS URIBESTIAS COMO LO AFIRMAN OTROS. QUISIERA SABER , O MAS BIEN PREGUNTAR ¿QUIEN PODRA AYUDARNOS A SALIR DEL ATOLLADERO?,COMIENZO A CREER QUE ESTA SITUACION DE MI PAIS QUE TANTO AMO NO SE SOLUCIONARA, O POR LO MENOS CREO QUE NO LO VERE.
COLOMBIANOS,COMPATRIOTAS,NO PERDAMOS TIEMPO VALIOSO DEFENDIENDO IDEOLOGIAS QUE TAL VES NUNCA NOS DEN LA SOLUCION , PENSEMOS EN NUESTROS HIJOS, NO PODEMOS SEGUIR COMO VAMOS AUN TENEMOS TIEMPO PARA SALVAR ESTE LINDO PAIS.
NO SIGAMOS MAS EN MEDIO DE ESTA PATRIA BOBA.
Esos son los echos y los resultados que hace que la seguridad democratica sea un regalo para el pueblo Colombiano.
ResponderEliminarEste imbécil criminal y ratero es que vive en otro mundo, aterrice huevón que vive en Colombia, el estado es una porquería y alos contribuyentes nos quitan plata a la brava para más guerra que no va a parar en ningún lado. narcoparamiliterrorista uribista de mierda.
ResponderEliminartodo lo malo que hablan unos de otros tienen razon todos llevan sus muerticos sus masacres asesinitos a si lo nieguen la maldita y sucia guerrilla sangrientos y el uribismo ensangrentado en sus instituciones corruptas vayanse para el infierno par de plagas
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