Por haber sido un hombre de izquierda hasta los 40 años y haber compartido con muchos amigos convicciones, esperanzas y fervores relacionadas con el socialismo y con experiencias tales como la revolución cubana, creo estar bien situado para buscar una respuesta a las siguientes preguntas: ¿por qué la gran mayoría de los intelectuales latinoamericanos hicieron suya, sin reservas, en el siglo XX, la causa del marxismo y de sus derivaciones tercermundistas? ¿Por qué han asumido como posición de avanzada los dogmas de dicho pensamiento? ¿ Por qué, de esa manera, han contribuido a errar el rumbo de todo un continente, exaltando mitos y aventuras revolucionarias, en vez de poner su conciencia crítica al servicio de opciones que le permitan acceder a las ventajas o beneficios del desarrollo, derrotar a la pobreza y consolidar la democracia?
Intentaré dar las explicaciones que considero más relevantes a estos desvaríos recurrentes de la intelligentsia latinoamericana. Pero antes no sobra una advertencia: los intelectuales de otras latitudes no han estado mejor encaminados. Analistas e historiadores que han intentado seguir su trayectoria a lo largo del siglo XX se sorprenden de su ceguedad y de su precipitación. En un libro titulado "The fellow-travelers", el historiador David Caute, profesor en las universidades de Oxford, Nueva York y Columbia, ha hecho un abrumador inventario de todas las tonterías que notables escritores dijeron o escribieron a propósito del régimen soviético, sin duda de muy buena fe, en los años treinta, que fueron por cierto los más terribles del estalinismo. "Mañana dejo esta tierra de esperanza - decía, por ejemplo, Bernard Shaw - para regresar a nuestros países occidentales de desesperanza". A su turno, los novelistas norteamericanos Theodoro Dreisser y Upton Sinclair alababan al régimen soviético por la ausencia de ladrones y de corrupción en la URSS, en tanto que Waldo Frank percibía allí "una gran energía potencial" y su colega Edmund Wilson situaba aquel país en "la cumbre moral del mundo". Parecidos elogios a aquel régimen totalitario, responsable de deportaciones masivas, "gulags" , colectivización forzada de tierras, harían los franceses Anatole France , Romain Rolland y los Joliots Curie, así como notables autores británicos y alemanes. Ninguno de ellos perdonó a André Gide que hubiese publicado su "Regreso de la URSS". Después de la segunda guerra mundial, Jean Paul Sartre, para quien el compromiso fue una elección y una ética, defendió también al régimen soviético e hizo suya las causas de China, Cuba, Argelia, Vietnam basado en dos concepciones igualmente equivocadas: que el capitalismo era el mayor de los males del universo y el socialismo su necesaria réplica histórica. Gide, en un momento de su vida, creyó lo mismo pero acabó dándose cuenta a tiempo de la realidad del régimen soviético. "Tengo que decir la verdad", dijo, y ello, según lo registra Octavio Paz, le costó "largos y agonizantes debates interiores". Sartre no hizo esta apostasía. Apenas vio petrificarse en una casta burocrática el socialismo a la soviética, optó por apoyar otros desvaríos: el maoísmo y el tercermundismo más agreste. "Me produjo fiebre - recuerda hoy el escritor y periodista francés Jean Daniel, a propósito del prólogo escrito por Sartre al libro "Los condenados de la tierra" de Frantz Fanon - leer aquello de que un colonizado no podía encontrar su salvación sino en el asesinato de un colono y un negro, en el de un blanco".
Me apresuro a decir que no era el suyo un caso de deshonestidad. Sartre fue un hombre profundamente honesto. También lo era Julio Cortázar, a quien conocí de cerca: cándido y honesto. Simplemente el francés y el argentino, como muchos europeos y muchos intelectuales latinoamericanos, fueron seducidos por una utopía intelectual que parecía condenar a una muerte cierta a la democracia liberal y la economía de mercado y pintaba con trazos luminosos el camino hacia una sociedad sin clases. No veían ellos, pues, la realidad deplorable de un sistema, sino su exaltación ideológica.
Los intelectuales que tuvieron o han tenido la lucidez de anteponer a esta clase de enajenaciones los valores de la libertad y del individuo como Albert Camus, Raymond Aron, Jean Francois Revel y, en el continente latinoamericano, Octavio Paz o Mario Vargas Llosa, han sido a menudo descalificados en los ámbitos académicos y universitarios como exponentes de un pensamiento de derecha, etiqueta que los ubica al lado de los privilegiados y entre los defensores de un orden social y económico impugnable. Son las deformaciones propias de una ideología que divide al mundo en progresistas y reaccionarios de igual manera que los escolásticos lo dividían entre creyentes y herejes.
Intentaré dar las explicaciones que considero más relevantes a estos desvaríos recurrentes de la intelligentsia latinoamericana. Pero antes no sobra una advertencia: los intelectuales de otras latitudes no han estado mejor encaminados. Analistas e historiadores que han intentado seguir su trayectoria a lo largo del siglo XX se sorprenden de su ceguedad y de su precipitación. En un libro titulado "The fellow-travelers", el historiador David Caute, profesor en las universidades de Oxford, Nueva York y Columbia, ha hecho un abrumador inventario de todas las tonterías que notables escritores dijeron o escribieron a propósito del régimen soviético, sin duda de muy buena fe, en los años treinta, que fueron por cierto los más terribles del estalinismo. "Mañana dejo esta tierra de esperanza - decía, por ejemplo, Bernard Shaw - para regresar a nuestros países occidentales de desesperanza". A su turno, los novelistas norteamericanos Theodoro Dreisser y Upton Sinclair alababan al régimen soviético por la ausencia de ladrones y de corrupción en la URSS, en tanto que Waldo Frank percibía allí "una gran energía potencial" y su colega Edmund Wilson situaba aquel país en "la cumbre moral del mundo". Parecidos elogios a aquel régimen totalitario, responsable de deportaciones masivas, "gulags" , colectivización forzada de tierras, harían los franceses Anatole France , Romain Rolland y los Joliots Curie, así como notables autores británicos y alemanes. Ninguno de ellos perdonó a André Gide que hubiese publicado su "Regreso de la URSS". Después de la segunda guerra mundial, Jean Paul Sartre, para quien el compromiso fue una elección y una ética, defendió también al régimen soviético e hizo suya las causas de China, Cuba, Argelia, Vietnam basado en dos concepciones igualmente equivocadas: que el capitalismo era el mayor de los males del universo y el socialismo su necesaria réplica histórica. Gide, en un momento de su vida, creyó lo mismo pero acabó dándose cuenta a tiempo de la realidad del régimen soviético. "Tengo que decir la verdad", dijo, y ello, según lo registra Octavio Paz, le costó "largos y agonizantes debates interiores". Sartre no hizo esta apostasía. Apenas vio petrificarse en una casta burocrática el socialismo a la soviética, optó por apoyar otros desvaríos: el maoísmo y el tercermundismo más agreste. "Me produjo fiebre - recuerda hoy el escritor y periodista francés Jean Daniel, a propósito del prólogo escrito por Sartre al libro "Los condenados de la tierra" de Frantz Fanon - leer aquello de que un colonizado no podía encontrar su salvación sino en el asesinato de un colono y un negro, en el de un blanco".
Me apresuro a decir que no era el suyo un caso de deshonestidad. Sartre fue un hombre profundamente honesto. También lo era Julio Cortázar, a quien conocí de cerca: cándido y honesto. Simplemente el francés y el argentino, como muchos europeos y muchos intelectuales latinoamericanos, fueron seducidos por una utopía intelectual que parecía condenar a una muerte cierta a la democracia liberal y la economía de mercado y pintaba con trazos luminosos el camino hacia una sociedad sin clases. No veían ellos, pues, la realidad deplorable de un sistema, sino su exaltación ideológica.
Los intelectuales que tuvieron o han tenido la lucidez de anteponer a esta clase de enajenaciones los valores de la libertad y del individuo como Albert Camus, Raymond Aron, Jean Francois Revel y, en el continente latinoamericano, Octavio Paz o Mario Vargas Llosa, han sido a menudo descalificados en los ámbitos académicos y universitarios como exponentes de un pensamiento de derecha, etiqueta que los ubica al lado de los privilegiados y entre los defensores de un orden social y económico impugnable. Son las deformaciones propias de una ideología que divide al mundo en progresistas y reaccionarios de igual manera que los escolásticos lo dividían entre creyentes y herejes.
MÁSCARAS DE LA REALIDAD
¿Por qué nuestros intelectuales son tan propensos a dejarse embrujar por supersticiones ideológicas? Friederik von Hayek y Octavio Paz han dado buenas respuestas a esta pregunta. Para Hayek la superstición nace cuando alguien cree saber más de lo que en realidad conoce. Y los intelectuales tienden a pensar, por influencia de su propia manipulación de ideas, fábulas poéticas o narrativas, que se puede rehacer el mundo a partir de un proyecto de sociedad teórica. El socialismo, en este sentido, es para él un error de intelectuales; es decir, una creación puramente ideológica, un postulado sin asidero en la realidad, un sueño de sociedad igualitaria, sin clases y sin afanes de lucro. Expresa una nostalgia de la sociedad arcaica y de la solidaridad tribal. Es, en suma, una utopía. En cuanto deja de serlo para convertirse en una realidad política, institucional y económica desemboca fatalmente en un sistema totalitario, regido por un pensamiento único. Su único beneficiario es una casta burocrático-militar. El liberalismo, en cambio, no parte de una construcción teórica. "Ningún intelectual -ha dicho Hayek- decidió un día crear una organización que debería llamarse capitalismo o economía de mercado". Esta ha nacido de un orden espontáneo en el que concurren tan incontables decisiones, tantas que ningún ordenador podría registrarlas. La pretensión de que el poder político pueda sustituir ventajosamente este juego tan complejo y plural no ha sido sino un desvarío. Y de hecho, las sociedades donde la iniciativa individual es libre han resultado más prósperas que las sociedades de economía planificada.
En América Latina, en forma más acusada que en Europa, los intelectuales toman del socialismo no la realidad fraudulenta y desastrosa que hizo colapso en la Unión Soviética y los países del este europeo sino el postulado teórico, el sueño de la sociedad igualitaria; sueño generoso que confrontan con todos los vicios, desigualdades e injusticias percibidas por ellos en el único capitalismo que hemos tenido: el capitalismo mercantilista en el cual no se juega con las limpias cartas de la competencia y del mercado sino con los favores, prebendas o privilegios deparados por el poder. De esta confrontación, la utopía o las ideologías que la postulan salen siempre vencedoras si hay una disposición cultural o intelectual propensa a sacralizarlas, en vez de verlas como supersticiones. Y esto es lo que le ha ocurrido a nuestros intelectuales por actitudes y hábitos que, según Octavio Paz, nos vienen del tomismo y la neoescolástica.
" Sus abuelos -dice Paz- juraban en nombre de Santo Tomás, ellos en el de Marx, pero para unos y otros la razón es un arma al servicio de una verdad con mayúscula. La misión del intelectual es defenderla. Tienen una idea polémica y combatiente de la cultura y del pensamiento: son cruzados. Así se ha perpetuado en nuestras tierras una tradición intelectual poco respetuosa de la opinión ajena, que prefiere las ideas a la realidad y los sistemas intelectuales a la crítica de los sistemas".
Entre nosotros, recuerda Paz, las ideas han tenido vida propia disociada de la realidad. Hicimos la independencia en nombre de unos postulados, pero ello no dio lugar a sociedades más libres y modernas como pudo ocurrir con las revoluciones en Estados Unidos o en Francia. "Las ideas tuvieron función de máscara; así se convirtieron en una ideología, en el sentido negativo de esta palabra, en velos que interceptan y desfiguran la percepción de la realidad". De esta manera, fácilmente, el marxismo se convierte en nuestros intelectuales en una creencia y no en un sistema que, a la luz de los Estados y sociedades a que dio lugar, tanto en Europa, como en la China, Vietnam o Cuba, debería ponerse en tela de juicio.
Pero esta propensión a las alucinaciones ideológicas por atavismos culturales, no lo explica todo. Circunstancias muy especiales de nuestra historia política influyeron en los intelectuales para mirar con simpatía, cuando no para abrasar abiertamente, las llamadas causas revolucionarias en el continente. Me refiero a dos fenómenos que por mucho tiempo estuvieron estrechamente relacionados entre sí: las dictaduras militares y el apoyo que recibieron del Departamento de Estado norteamericano. Para ser justos, debemos decir que no es este el caso hoy en día, cuando prevalecen en América Latina los gobiernos democráticos y cuando no hay luz verde para regímenes de fuerza por parte de Estados Unidos. Pero no fue ésta la situación en las épocas más álgidas de la guerra fría. Entonces, ante la amenaza comunista que se extendía por el mundo, prevalecía en más de un presidente norteamericano y en secretarios de Estado con vocación de halcones como el señor Foster Dulles la idea de que la única manera de conjurar este peligro era con gobiernos fuertes sustentados en las Fuerzas Armadas de cada país. Sabemos de sobra que dictaduras como la de Somoza, en Nicaragua, Leonidas Trujillo, en la República Dominicana, Odría, en el Perú, Batista, en Cuba, Pérez Jiménez, en Venezuela y otras del mismo perfil fueron vistas en Washington en el más benévolo de los casos como un mal necesario, y otras como la Pinochet, en Chile, o la de Videla en Argentina se impusieron con su abierto apoyo en nombre de una cruzada anticomunista.
Muchos latinoamericanos de mi generación, que alcanzaron a padecer este tipo de regímenes y que, al mismo tiempo, fueron testigos de la feroz represión desatada por ellos contra las organizaciones de izquierda, en las cuales militaban centenares de estudiantes, profesionales, artistas, periodistas, sindicalistas y educadores, simpatizaron con su causa y con frecuencia la hicieron suya viendo en la política americana una expresión del imperialismo y en el socialismo su única y efectiva fuerza internacional de contención. La polarización derivada de la guerra fría y de las implicaciones que ella tuvo en América Latina no permitía entonces medias tintas ni evaluaciones más ponderadas de uno y otro sistema. Tal vez la nuestra fue una situación similar a la que vivió España cuando estalló la guerra civil. El franquismo, apoyado por Hitler y Mussolini, puso en el bando republicano a liberales, socialistas, anarquistas y comunistas enmascarando las divergencias sustanciales que podía haber entre ellos en nombre de la solidaridad frente a un enemigo común. De igual manera, frente a la tortura, a las desapariciones y al exilio forzado, la causa del llamado mundo libre nos parecía irrisoria pues no veíamos en ella la defensa real de unos principios democráticos sino la preservación de intereses capitalistas.
En este contexto, la revolución cubana apareció como la única salida veraz a una situación desesperanzada, en la cual los cambios por la vía legal o institucional podían ser anulados por la intervención de las Fuerzas Militares, convertidas en perros guardianes de un orden tradicional acribillado de injusticias. De ahí que, con la aristocrática excepción de un Borges, las figuras más destacadas de la intelligentsia latinoamericana vieran a Castro o a Guevara como liberadores y estuvieran dispuestas a extenderles un cheque en blanco sin poner en duda la honestidad de sus propósitos. Mirando hoy retrospectivamente el proceso de la revolución cubana, uno descubre que a partir de su primero o segundo año muchos de sus desvaríos en el campo de las libertades públicas y del manejo económico, para no hablar de la implantación de un férreo sistema de control policial, eran patentes, como lo revela el extraordinario libro "La lune et le caudillo" de la escritora francesa Jeannine Verdès-Leroux. La ruptura de un cierto número de ellos con el régimen cubano sólo se produjo en 1971, a raíz de la detención en la Habana del poeta cubano Heberto Padilla. Pero son probablemente más numerosos los escritores que expresan todavía su solidaridad al régimen de Fidel Castro, considerando que a él o a la revolución se deben importantes conquistas en el campo de la salud y de la educación y que las penurias de la isla se deben esencialmente al bloqueo norteamericano. Y por parcialidad ideológica, ellos suelen retener de la revolución cubana lo que consideran sus conquistas, sin poner en la balanza realidades abrumadoras como la represión, la penuria generalizada y el exilio de quienes no han querido aceptar un régimen comunista.
LA COARTADA TERCERMUNDISTA
Detrás de estas posiciones, que muchos de nuestros intelectuales comparten con académicos y universitarios, palpita un viejo complejo latinoamericano frente a Estados Unidos, producto de una dolorosa e inevitable comparación. ¿Por qué aquel país es rico y los nuestros son pobres? ¿Quién tiene la culpa? A los pueblos, como a los individuos, no les gusta asumir la responsabilidad de sus propios fracasos. El venezolano Carlos Rangel supo demostrar como el tercermundismo respondía a esta necesidad de transferir la culpa propia endilgándosela a los países ricos del primer mundo y muy en especial a Norteamérica. Es, una vez más, una respuesta ideológica. De acuerdo con ella, la pobreza de América Latina sería el resultado de un voraz saqueo de nuestras riquezas. Nuestras materias primas serían compradas a precios irrisorios. No se nos pagarían por ellos el precio justo. Como afirma Eduardo Galeano en "Las venas abiertas de América Latina", en una ingrata división de tareas impuesta por los países ricos, a nuestra región le correspondería el triste papel de sirvienta obligada a atender las necesidades de éstos como "fuente y reserva del petróleo y del hierro, el cobre y las carnes, las frutas y el café, las materias primas y los alimentos".
En un capítulo del "Manual del Perfecto idiota latinoamericano" hemos demostrado con Carlos Alberto Montaner y Alvaro Vargas Llosa las falacias y necedades de este victimismo. Así como no se puede derogar la ley de gravedad, tampoco se puede impedir el libre juego de la oferta y la demanda en las transacciones económicas a fin de establecer una asignación de valores justos a los bienes y servicios. Nadie con dos dedos de frente ha podido determinar cuál debería ser el precio justo del café o del azúcar y quien, si no es el mercado, tendría la autoridad para determinarlo. No es el caso entrar a analizar semejante disparate. Lo que importa es señalar que si más de un intelectual nuestro tiende a acreditar la versión de que somos víctimas de una explotación sin entrañas por parte del mundo capitalista desarrollado, la respuesta a semejante situación - durante muchas décadas del siglo pasado - no pudo ser sino el socialismo. Fracasado este modelo en la Unión Soviética y los países del este europeo, muerto por implosión, o sea por obra de sus propios desastres, quedan en algunos intelectuales latinoamericanos residuos de la moribunda ideología marxista. El primero es el sueño de la sociedad igualitaria, que ahora, despojado del lastre del "socialismo real", recupera su primitiva condición de utopía. El segundo, es de todas maneras el horror al capitalismo ahora identificado con el llamado por ellos neoliberalismo o ultraliberalismo y con la globalización. Y, de todas maneras, la noción subliminal de la revolución, ahora encarnada en movimientos como el acaudillado por el subcomandante Marcos en México. Es más un juego fetichista que otra cosa; quizás un alarde lírico, un simple rechazo amputado de alternativa real, puesto que la realidad ha demostrado que fuera de la economía de mercado, en cualquiera de sus variantes, no existe otro modelo viable.
Convertido en utopía, y en utopía a menudo sangrienta, el sueño revolucionario tan fervorosamente cortejado por tantos intelectuales latinoamericanos, podría pensarse que a éstos no les queda más salida que la resignación. Desde luego, tal actitud ninguno podría aceptarla, pues la realidad del continente a primera vista no puede ser peor. La pobreza de grandes sectores de la población es abrumadora. Las desigualdades son vistosas e inaceptables. La venalidad política, el clientelismo, los privilegios son las llagas de una sociedad enferma. Rebelarse contra todo eso no es sólo legítimo sino saludable e imprescindible. Sólo que esa rebelión ante los desastres de nuestra realidad debe ser lúcida y no enajenada. Las utopías encubren casi siempre un engaño, ya que , apoyándose en aspiraciones legítimas, generan violencia y opresión. Es hora de romper el mito guevarista de que la violencia es la gran partera de la historia. La civilización, el respeto de los derechos individuales y la modernidad no están en la punta de un fusil. La vía más eficaz para afrontar nuestros conflictos y problemas es el ejercicio incesante de un pensamiento crítico. Y es ahí donde el intelectual puede jugar al fin un verdadero papel de vanguardia.
Plinio Apuleyo Mendoza (libertaddigital.com)
Excelente articulo, interesante planteamiento. Lo reenviare a varios amigos que aun veneran esa militancia de izquierda de la rancia intelectualidad latinoamericana
ResponderEliminarExcelente, de acuerdo totalmente, Colombia sin mamertos, Latinoamerica sin Mamertos, el Mundo sin Mamertos!
ResponderEliminarsi el mundo sin mamertos...solo con paracos...
ResponderEliminarno a la utopias para alimentar nuestra intelectualidad latina, pero terminas tu articulo con otras utopias. dirgir la masa de humanos a una civilizacion?,repleta de individualidades, y derechos indviduales?, y la modernidad? porque se tiene que funcionar asi..la utopia de los que quieren seguir hilando el telar occidental. no es que seamos incas o azttecas, pero eran masas de gente que funcionaban sin mucha individualidad de frente. menos logros mucho mas tranquilos y aterrizados en el continente
ResponderEliminarPura y física mierda!
ResponderEliminareste señor es una enciclopedia viviente nos conto la historia tal cual objetivamente ni pa derecha ni pa la izquierda
ResponderEliminardebería leer a fals borda, ese si fue un verdadero intelectual latinoamericano, no como usted, copia barata del pensamiento europeo... que libro ha escrito que no sea un panfleto? que artículo que no sea propaganda? Plinio apuleyo es simplemente un intelectualoide al servicio del poder, del pensamiento dominante, pero en realidad no ha aportado nada para la formación de una conciencia intelectual y científica latinoamericana... Mamerto de derecha!!
ResponderEliminarLo cierto que sea cual sea el régimen, hay que retirarles la mayor cantidad de poderes que sea posible, pues la característica de los gobiernos de extrema, que en general son apestosos, quieren el poder total, tanto que hasta les encantaría un sistema tipo Gran Hermano.
ResponderEliminarNo leí su pasquien por que me lo imagino, ¿que se puede esperar de un lacayo de la clase dominante de este país?.Solo ellos tienen la razón, no les importa a cuanta gente allan descuartizado, masacrado, picado, vuelto chicuca; tan solo les interesa el dios dinero. Pero el infierno les espera
ResponderEliminarExcelente articulo. El que quiera abrir los ojos que los abra. Pensar que todavia hay gente que apoya a la dictaduia cubana y Fidel tapado en plata.
ResponderEliminarOigan mijitos, lean la ultima parte en donde hay una propuesta clara y concreta que depronto les puede ayudar en algo: "as utopías encubren casi siempre un engaño, ya que , apoyándose en aspiraciones legítimas, generan violencia y opresión. Es hora de romper el mito guevarista de que la violencia es la gran partera de la historia. La civilización, el respeto de los derechos individuales y la modernidad no están en la punta de un fusil. La vía más eficaz para afrontar nuestros conflictos y problemas es el ejercicio incesante de un pensamiento crítico. Y es ahí donde el intelectual puede jugar al fin un verdadero papel de vanguardia." ENTIENDAN QUE GÛEVARA SE MURIO. Si son tan intelectuales, propongan algo que realmente sea coherente con este mundo.
ResponderEliminarplinio se dio cuenta que tenía que pasarse de un lado a otro porque no le iba a alcanzar para el whisky y el tabaco, plinio un tipo bárbaro, cultor de la equidad y el mejoramiento de las condiciones de vida de los colombianos, algo que no se cansa de promover el régimen actual.
ResponderEliminarque integridad plinio, sigue así!
Plinio NUNCA ha sido de izquierda, no da la talla ni pa mamerto, es un sinple servidor del RÉGIMEN MAFIOSO, GENOCIDA Y CORRUPTO, que nos gobierna y ni pá eso dá.
ResponderEliminarSi pretender cambiar las desigualdades que afectan hondamente a los países latinoamericanos es una utopía, entonces que es lo que debemos hacer? Según Plinio entonces debemos dejar que la realidad siga igual sin ningún cambio.
ResponderEliminarOh! horrible Plinio,en que pais andas ahora, con tu metodo sucio e infalible de lamer el culo a los gobernantes para obtener un puesto en la diplomacia?
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con los planteamientos que sobre los intelectuales hace PLinio en su magnìfico artìculo. Los intelectuales,afortunadamente no todos, son como mulas atravesadas en la mitad del camino, que en lugar deayudar a moverla carga, obstruyen el carro que la lleva. En el caso colombiano, obsevamos còmo critican y estigmatizan las acciones de un excelentemandatario como Uribe, que ha tenido elvalor y laenteresa de enfrentar a todo tipo de violentos, desmovilizando alos paramilitares y teniendo al borde de su extinciòn a los terroristas de las farc.
ResponderEliminarLa cegueraque les produce sus concepciones ideològicas no les permiten ver, por ejemplo, la manipulaciòn que personajes como Piedad Còrdoba hace de la situaciòn lamentable de los secuestrados, con miras a obtener rèditos polìticos y coadyuvar a los propòsitos de los criminales.
¿Y porqué Plinio no menciona a García Márquez, su amigo prestigioso, como ejemplo del intelectual tercermundista? ¿Porqué esa doble moral? ¿Quién es el intimo de Fidel y el cortesano de la revolúción cubana, Cortázar, Sartre? Que delicadeza la de Plinio y qué doble moral
ResponderEliminarPues llevamos muchos años con las piernas abiertas al mercado y yo no veo una mejora sustancial en nuestra calidad de vida (si eso es lo que le importa, claro, lo dudo).
ResponderEliminarLes recuerdo eso sí, que USA tiene un presupuesto (no pequeño) para boicotear la revolución cubana. No es ningún secreto. Interfieren sus frecuencias de radio para hacer propaganda anticastrista. Cuba no es lo que ha querido ser, sino lo que lo han dejado ser.
Que triste ver un ser consciente que aún pregona que nuestra salvación es seguir abiertos de piernas. POR QUÉ NO SE VA PARA UN PAÍS RICO SEÑOR APULEYO y nos deja con nuestra dignidad intacta...
je je je!!! pobre viejito menopausico cerebral!!! Dicen por ahí que el hombre Plinio echó pal otro lado cuando no pudo conquistar el corazón de un joven de mochila, pelo largo y "manifiesto del Partido Comunista" en mano. Pobre abuelito, todo ello provocó en él daños psicológicos irreversibles que modificaron su escaso pensamiento y lo puso al servicio de reconocidos feladores, sodomitas y travestis de la "derecha" colombiana. Reciban mis peores deseos a todo este lastre de burros que se ponen la mano en el pecho visitando este blog con artículos de columnistas de cafetín y desviados sexuales tales como el travesti peruano ese! Pobre mamerto uribista, creo que el gordo manteco coprofílico propietario de este blog tiene un deseo reprimido con Piedad Cordoba!! acaso no te paró bolas???
ResponderEliminarPLINIO: TE LA COMISTES!!!! TU LO INSINUASTES, PERO UN ANTIGUO PROVERBIO CHINO, DICE:
ResponderEliminar"LA IGNORANCIA TIENE REMEDIO, PERO LA ESTUPIDEZ, ES PARA SIEMPRE.
ATENCION!!! ATENCION!!!!!
ResponderEliminarnuevas estrategias de los farcnautas:
Decir "Soy de derecha , suy uribista, pero ustedes son unos "·$%&/()/&%$·%&/(" ademas ustedes son unos inflitrados de la cia patrocinados por la casa de nari, por los narcoparacos ·$%&%$·%&/%$·, del hijue varito...... todos son unos malpa"·$%&/%$·%&%$· del hp del pRACOHP de santos, con todo su gabinete de grandoble"·$%&$·%&$·%& ..... atn : URBISTA VICTORIA O MUERTE....
JAJAJAJAJAJAAJAJAJa.. si ya les creimos...
¡Qué bueno que los de mayor edad con inteligencia, sin traumas ni homosexualidad reprimida hayan recapacitado!
ResponderEliminar¡Qué bueno que sólo unos pocos jóvenes, faltos de cariño y hasta de sexo sean mamertos!
Los recalcitrantes ancianos morirán pronto, como Castro.
A los infelices jóvenes se les quitará cuando consigan alguien con las mismas carencias para hacerse compañía.
Muy bien Profe Plinio. Aprendemos mucho de sus clases y artículos.
ResponderEliminarProfe Plinio, adicionalmente por favor, no se vaya a dejar amilanar de los comentarios de ignorantes y prototipos de mamertos. Me encantan sus clases. Siga adelante con sus escritos.
ResponderEliminardiarreico y degenerado como el padre Que vaya a hacerse encular a taiwan limpiaculos papal
ResponderEliminarLES SUGIERO LEER EL LIBRO DE EDUARDO MCKENCIE "LAS FARC, EL FRACASO DE UN TERRORISMO". ESO LES ENSEÑARÁ ALGO DIFERENTE A LOS PSEUDO-SOCIALISTAS-MAMERTOS, QUE ESTAN CONVENCIDOS DE QUE COLOMBIA ESTARÍA MEJOR GOBERNADA POR GAVIRIA, PETRO O MEJOR AÚN, POR LA DAMA DEL TURBANTE (QUE BIEN FEO DEBE OLERLE)
ResponderEliminartannoooooooooooooooooooooooooooooooo
ResponderEliminarY en esta página... Si alguien piensa diferente.... Le mandarán a los sicarios??? Si hay 1, 10, 100, o un millón de "mamertos", la idea es DESAPARECERLOS??
ResponderEliminarEl Estado de privilegios es el que le gusta a plinio, para podetr devengar alto y poder estar en el mercado alto que segun las ultimas noticias de wall stree pide ayuda de la planificación y del orden, que debe ser el faro de la vida. Que paradoja plinio. Le hubiera sentado una pasadita por la universidad para no estar diciendo tantas estupideces ni estar arengando contra los intelectuales poseido de la puerilidad para
ResponderEliminarIlogico creer, que una idea tan hermosa como el socialismo es una burda irrealidad, tal caso
ResponderEliminarsucede a semejanza con el capitalismo respetuoso que promoueve la competencia digna,ambos sistemas en su inicio eran casi perfectos pero es debido a la corrupcion natural del ser humano que tales sistemas se deforman hasta convertirse en vestigios de una sociedad fallida, tal es el caso del socialismo y tal es el caso actual del capitalismo mercantilista que usted defiende, ambos sistemas apesar de sus diferencias abismales lastimosamente tendran el mismo destino, por favor tal como un socialista tiene precio un capitalista lo tiene y es algo un poco mas caro. es ilogico decir que no somos culpables de la mediocridad y el tercermundismo de nuestro pais (colombia) y es por culpa nuestra que nuestros paises son vendidos y repartidos, por que nuestros gobernantes, sistemas e ideologias son mediocres por naturaleza, cualquier sistema que llegue a nuestros pies sera infectado por nuestra mediocridad, es entonces que la solucion no esta en correr a un socialismo utopico que solo pretende empezar de nuevo sin tratar las raices del problema y es por la misma razon que la solucion no esta en seguir como los depositos naturales de nuestros dueños capitalistas; la solucion esta en un nuevo sistema que promueva el orgullo patrio derrote la mediocridad y le de la capacidad a la sociedada colombiana en conjunto de desarrollarse en cualquiera de los sistemas preestablecidos en el mundo. He tenido la oportunidad de leer e investigar el socialismo desde sus bases y me duele que siempre lo ensucien con dictaduras politicas comunistas y social democratas, es obvio que no puede haber una igualdad totalitaria, todos no podemos ser de una misma clase (es un instinto natural en nustros primos los primates), pienso entonces lo mejor sera ofrecer un medio en el que la idea individual permita crecer al individuo con el consiguente crecimiento de la nacion, es decir permita la existencia de ricos, pero a su vez le de la oportunidad de aquel hombre que solo desea vivir y construir una familia, de pertenecer a una clase media digna, orgullosa y patriota, y erradique la posibilidad de la pobreza extrema que los anteriores sistemas corrompidos por los dirigentes latinos promueven actualmente, en sintesis deberia existir un sistema que promueva el orgullo patrio y el deseo de salir adelante en sociedad,pero a su vez premie a aquellos que tienen las iniciativas y los medios ideologicos para logralo, un sitema en el que existan dos clases, la clase media digna en la cual una persona pueda satisfaccerse y vivir feliz y la clase burocrata en la que se premian a los que permiten la continuidad del sistema.
Bravo!!!, bravo, bravo doctor Plinio -o Godofredo Cinico Caspa, como le gustaba llamarlo a Jaime Garzon-, usted con la calidad de cualquier mamerto arrepentido hace bien en señalar los desafueros del socialismo del siglo XX, pero haria bien en decir toda la verdad: que la sociedad de mercado tambien es una utopia, algo que se invento como receta desde el primer mundo para evitar precisamente que los sarrapastrosos tomaramos las banderas rojas en nuestro puño. La utopia del mercado dejo una buena cantidad de millones de personas por fuera de las veleidades del Capitalismo, los arrastro al hambre, la desaucion, el olvido... o si claro!!! deberiamos resignarnos, pasar por alto las riquezas robadas y la soberania violentada, dar gracias al que paga poco y se lleva todo... si!!! si claro doctor Plinio!!! deberiamos vender nuestras convicciones y empezar a beber en cocteles con nuestro antiguo explotador -a usted le salio muy bien esa jugada despues de los 40-... Pero los que mantenemos la serenidad -a pesar de las prevendas y cohechos- sabemos que el capitalismo es una fase historica, fase de la historia que como todas ha de cerrarce a partir de las ideas, ideales obviamente en contra de lo establecido... recuerden queridos uribestias: Las sociedades no evolucionan -como cree el doctor Cinico- las sociedades se revolucionan, y en manos de quien cae esta labor siempre seran apostatas o terroristas... y siempre habra quienes a partir de la defensa de las injusticias existentes tendran seguro su proximo coctel el fin de semana...
ResponderEliminarPD: Doctor Plinio sus escritos son veneno... deberia pensar seriamente en retirarse.
Todos los que denigran y hablan de Plinio Apuleyo, tal como lo hacen del Presidente y de todo el que no este con el Polio Terrocratico Destructivo, y la izquierda mamerta , se sienten inferiores, cuando somos criticados, rechazados, significa que estamos haciendo algo que tiene importancia, y hay quienes obtienen una especie de satisfaccion feroz, criticando y ridiculizando a quienes estan por encima de ellos o han sido mas afortunados. Quien se tomaria el trabajo de criticar al barrendero de una fabrica? nadie, este personaje no tendria la importancia necesaria para provocar celos ni envidias. Y hay criticas de criticas, las que se le hacen a Teodora por ejemplo, por apatrida, por hipocrita, oportunista y aprovechada, esa que algunos han pretendido ponerla como ejemplo de superacion femenina, siendo que es un reptil que se arrastra al lado de otros reptiles de su misma especie. Y el doctor Petro? piensa que somos amnesicos? que se nos olvido que el y su corte de truhanes, fascinerosos del extinto M19 por un dinero sucio, nos asesinaron vilmente a la Mejor Corte Suprema de Justicia el otrora asesino fue premiado con un puesto en el Senado, para que desde alli, le haga toda clase de zancadillas al Pdte.Vivo en USA y viajo todos los anos a mi pais, y estoy enterada de todo cuanto pasa en Colombia, y nadie, nadie puede negar que este ha sido ( con errores y todo ) el mejor de los Gobiernos, "los gobiernos perfectos" no existen , cuales son esos? pero quien ha trabajado incansablemente por acabar la peor de las plagas que azota a Colombia ha sido URIBE,piensen lo que piensen, los ha diezmado, acorralado, arrodillado, a los asesinos de su Padre y de su Patria, esos malditos que no conocen limites en su maldad, unos narcoterroristas sin conciencia, con unos tentaculos mas grandes que un pulpo, hoy estan arrinconados, gracias al Presidente Uribe.Todos los anteriores tuvieron miedo.Hay que apoyarlo y si a la reeleccion y que se retuerzan de la ira quienes estan en contra del Gobierno.La Operacion Jaque fue la peor de las burlas que se la haya hecho a los asesinos de las Farcocas, que se utilizo el simbolo de la Cruz Roja, ese fue el lunar, pero es necesario recordarle a las personas que nadie censuro a Chavez cuando se incauto un contrabando de cocaina en Fuerte Tiuna, los tres pilotos, eran venezolanos, el avion salio de Venezuela y la droga empacada en cajitas todas con el logotipo de la Cruz Roja, nadie djo nada.Cualquier simbolo por importante que sea, no es mas valioso que la vida de quince seres humanos.Que querian los mamertos? que nos arrodillaramos ante el mundo entero, pidieramos perdon, y les devolvieramos los 15 secuestrados a los narcoasesinos? Y en cuanto a la ejecucion de la rata de Reyes, se disparo desde el norte, desde territorio colombiano. De haber incursionado en territorio ecuatoriano el radar militar de ese pais lo hubiese detectado, Correa quedo al descubierto con los documentos incautados a las FARC y Chavez quedo como el bravucon contra el que pesan contundentes pruebas de apoyo al terrorismo, este califico de cobardia la forma en que se ataco a Reyes, porque estaban durmiendo...pero es necesario como dice Patricia Poleo en su columna recordarle a Chavez que cuando las FARC invadieron el Apostadero Naval en el Estado de Apure los infantes de Marina Colombianos, estaban tambien durmiendo y fueron degollados y se les saco la lengua por el cuello, NO ES ESO EL MAYOR DE LOS HORRORES? esas porquerias son las que cuentan con el apoyo de la negra traicionera y mala clase de Teodora,a quien detuvieron en el aeropuerto John F. Kennedy de New York por sospechosa de nexos con terroristas, fotocopiaron sus documentos y la detuvieron por tres largas horas, con el payaso de Correa, hijo de un narcotraficante, y el exgolpista fracasado, cuando el caso de los Infantes de Marina degollados en venezuela por las asesinas FARC, un testigo Eladio Aponte fue pieza fundamental para que la muerte de los infantes Colombianos nunca fuera sancionada, nisiquiera politicamente pues supo sortear el expediente y hasta hoy no ha habido decision alguna.Se metio hasta el Ortega violador, y ladron, y al que le quedan pocos dientes pero no recuerda que hace 20 anos tres mil militares del entonces Ejercito Popular Sandinista cruzaron 10 kms, mas alla de la frontera de Nicaragua con Honduras para dirigir un ataque contra 1800 combatientes contrarevolucionarios que acampaban en Honduras,esos malditos locos, Chavez, Correa,y Ortega carecen de palabra, de honor y de hombria y Nosotros tenemos a un Presidente digno, correcto y luchador por su Patria.Porque Correa no denuncio la incursion de los narcoasesinos en su territorio?todos los que atacan maquiavelicamente al Gobierno de Uribe, son MAMERTOS, HIPOCRITAS, DEGENERADOS Y RESENTIDOS SOCIALES., y los que escriben en los foros a favor de estos antisociales son gente prepaga , atrevanse a negarlo...
ResponderEliminarLOS DOS SISTEMAS SON DE ASESINOS ATREVASE A NEGARLO
ResponderEliminarQue viva la Godarria que destila azul de metileno!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarCalamares en su tinta dictando c'atedra de sociedad!!!!
esta pagina es una cochinada excluyente son capaces de matar hasta la mama o a dios si les dice mmuuu de uribe y asi piensan dizque refundar la patria pero desde cuando, pero con quien pero acaben con su hermano su primo y la cama del perro que CANIBALES tambien
ResponderEliminarComo es que no vemos la realidad de nuestro pais?Colombia es un polvorin...ningun pais desarrollad da un peso por nosotros..,,un pais con serios porblemas sociales y economicos..el conflicto es solo uno de ellos.....la clase politica...sea de derecha o izquierda es la que tien jodido a este pais..somos pobres pobres...subdesarrollados..acaso no se nota???...Una sociedad con delirio de grandeza..sin ninguna intencion cambio...conformistas....un gobierno que no es nada diferente a todos los gobiernos en la historia de nuestro pais,una clase politica que solo vela por sus intereses propios...y lo mas grave ... complices del paramilitarismo...de esperarse ya que comparten la misma ideologia....la de manteener la riqueza y el control politico en un circulo pequeño. y el que nole guste o diga algo..pues nada...lo tiran a los leones..o lo hacen picada...o acaso no es verdad???..un pais sin viisond ecambio y la gente insiste en qu e somo es el mjeor pais del mundo...el mas feliz...haciendo pajazos mentales con la propaganda de shakira y juanes..que pensamiento tan corto ...teemos lque nos merecemos por ser tan corticos.....
ResponderEliminarEsTE SI ES UN BUEN ARTICULO Y NO COMO ESE DE JAIME BAILY. UN ARTICULO BIEN ESCRITO Y RESPETUOSO. POR FAVOR NO PUBLIQUEN COSAS TAN DESAGRADABLES COMO LAS DE JAIME BAILY, HACE QUE SE VULGARICE ESTE BLOG. ESTE TIPO DE ARTICULOS SI DEBEN SER DE BUEN RECIBO. A LOS MAMERTOS SE LOS DEBE CRITICAR, PERO SIEMPRE CON EL DEBIDO RESPETO PUES SI NO, TERMINAMOS COMO CHAVEZ, INSULTANDO A TODO OPOSITOR, COMO VILES GROCEROS DE PLAZA, Y OVBIAMENTE NO SOMOS ASI.
ResponderEliminarexcelente articulo logrado a causa del empirismo de la historia humana pero aparte de eso el capitalismo se debe humanizar por que ahora es tan salvaje humillante egoista y no ha corregido su parte de errores que le corresponden en el conflicto humano es cierto que el individuo debe autosuperarse crear crear empresa pero en beneficio general y el estado debe cumplir su cuota de responsabilidad en la creacion de un individuo solidario feliz cientifico humanista ecologico
ResponderEliminares necesario crear una cultura de la HONRADEZ. pues la mala fe cabalga por todo el pais en todos los estratos y en todos los niveles, en las ciudades, en las iglesias ,en los capitalistas , en los izquierdistas, en el gobierno ,en la guerrilla ,en el congreso ,en la justicia, en la calle , en la familia ,en la escuela lo mas triste en los niños ,en los grupos economicos, en nuestras fuerzas armadas aqui no se puede prestrar plata nadie paga miren esos juzgados ya no les cabe un proceso mas, todo a causa del incumplimiento y todo este conflicto a causa de la mala fe y el egoismo de unos y otros asi los colombianos lo unico que hacemos es hundirnos en infiernos de errores de miseria en vez de usar toda esa energia en construccion personal y solidaria de una colombia hermosa y hermana potencia economica y cientifica por favor juegue limpio en su vida privada y social cumpla pague no sea egoista si ocupa un cargo publico juegue limpio no promueva leyes egoistas y la vida le sonreira el estado tiene su cuota tambien en la educacion de un ser humano honrado y solidario pero carreras de millones de pesos donde le enseñan a no tener corazon a aplastar al projimo a creerse mas que los demas pues lentamente le enseñan a no avivir en paz aque el pais fracase a vivir en conflictos y es que el ladron ni vive ni goza con lo robado por que cuando la honradez regrese alos colombianos crearemos un pais mas hermoso y hermano y potencia economica
ResponderEliminarNO A LAS PIRAMIDES PRESIDENCIALES
ResponderEliminarchao ...mejor me voy pa' venezuela
ResponderEliminar"Este señor vendio sus ideales por un plato de ajiaco en el Jokey Club"
ResponderEliminarAntonio Caballero.
Que trsiteza la gente que vende sus ideales por estatus social y aceptación.
Plinio, leer sus escritos es una verdadera delicia. Su visión y conocimiento de la filosofía de los "intelectuales de izquierda latinoamericanos" que han aportado su ceguera y desconocimiento a estas pobres naciones es abrumadora. Si nuestra Universidad Nacional es el centro del mamertismo en colombia que podremos esperar en el futuro?
ResponderEliminarnooo que caspa
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