
Fernando Londoño Hoyos (lahoradelaverdad.com.co)
Luego de los golpes sufridos en el último año, las Farc han dado un sorpresivo viraje. Consiste en poner en juego, junto con brotes de terrorismo urbano, formas de lucha de efectos políticos y sociales que años atrás habían dejado en la sombra.
El cambio se debe paradójicamente a dos personajes opuestos: al presidente Álvaro Uribe y a 'Alfonso Cano'. Con Uribe sucumbió el mito del poderoso guerrillero rural que tomaba poblaciones a su antojo, hacía inseguras las carreteras, asaltaba guarniciones militares y secuestraba en su propia casa a quien le daba la gana. Esa realidad ya no existe. De ahí que Uribe tenga en Colombia muy altos índices de favorabilidad.
Ante la nueva situación creada, 'Alfonso Cano' ha puesto sus cartas en otro tipo de guerra. Salido de una familia de clase media alta de Bogotá, tiene un perfil muy distinto al de 'Tirofijo'. Tanto este como el 'Mono Jojoy' -hombre rústico reclutado por la guerrilla a los 9 años- fueron campesinos más cercanos a los cerdos y a las gallinas (y, desde luego, a los fusiles) que a los libros. Su dogma fue siempre el de la lucha en el ámbito rural para ganar territorios.
'Cano', en cambio, siempre puso énfasis en los planteamientos de Antonio Gramsci de conceder máxima importancia a la lucha política y al trabajo de masas, a la acción urbana y al frente internacional. Como anticipo de este manejo, fue el fundador hace siete años del PC3 (Partido Comunista Colombiano Clandestino) y del Movimiento Bolivariano, pero sólo ahora, muerto 'Marulanda' y fuertemente golpeada la guerrilla en el plano militar, ha podido imponerles a las Farc la estrategia con la que siempre soñó.
¿Qué cartas mueve ella? Las que el propio Gramsci consideraba claves para penetrar en la estructura misma del Estado y de la sociedad: las infiltraciones dentro del Poder Judicial, el control de sindicatos de base, el manejo de las comunidades indígenas y la captación de militantes en las universidades, centros académicos, medios de comunicación e incluso en las ONG que suministran informes a las organizaciones internacionales de derechos humanos.
En desarrollo de esta nueva concepción estratégica, 'Cano' se ha apresurado a mover soterrados aliados políticos y personajes afines a su ideología para hacer más candente el enfrentamiento de ciertos magistrados con el presidente Uribe, a manipular fiscales y testigos a su alcance y a promover los recientes paros de jueces, de cortadores de caña, de indígenas y otros sectores controlados por una extrema izquierda muy próxima a las Farc.
Si se suman a estas perturbaciones sociales los actos terroristas de repercusión urbana y las acciones sorpresivas en las universidades, lo que busca 'Cano' es crear un clima de agitación e ingobernabilidad con dos propósitos: apresurar la renuncia del presidente Uribe a la discutida opción de un tercer mandato suyo y crear -tanto en el mundo político como en la conciencia ciudadana- la idea de que la única vía para el bien del país es la negociación con la guerrilla.
Es, a fin de cuentas, el viejo cuento de la paz que podría convertirse en una atractiva oferta electoral. Pero como ocurre con Eta, en España, este no es en modo alguno el real propósito de las Farc. Con ello sólo pretenden obtener el oxígeno que ahora tanta falta les hace. Por desgracia, siempre hay despistados que pueden encontrar una línea de conciliación con el terrorismo y sectores de la opinión que en aras de la supuesta paz estarían dispuestos a dar por cancelada la llamada política de seguridad democrática de Uribe con la falsa idea de que ya cumplió su cometido. La nueva estrategia de las Farc busca de este modo abrir la puerta en el año 2010 a una opción distinta, de pronto bendecida también por Chávez y sus amigos.
Plinio Apuleyo Mendoza (eltiempo.com/)
“Vivienda de interés social (VIS) es aquella vivienda dirigida a las personas menos favorecidas de nuestro país y las cuales devengan menos de cuatro (4) salarios mínimos mensuales legales vigentes, cuenta con un subsidio de vivienda otorgado por: LAS CAJAS DE COMPENSACION FAMILIAR Y EL GOBIERNO NACIONAL; este se puede recibir en dinero o especie.”
Eso anterior es lo que “corporativamente” se conoce como vivienda de interés social.
Suena bien. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Aquí hay gato encerrado.. pero vamos a sacarlo de su escondite.
Cuando conocí a Ricardo Rodríguez, director de una fundación que trabaja este tema, de manera ferviente me contó que él estaba empezando a hacer historia en el país. Me dijo que estaba diseñando una vivienda de interés social totalmente terminada, digna y conforme a las necesidades particulares de quienes las habitarían. Además –me dijo- la vivienda incluiría montar un proyecto productivo para las comunidades que quisiera entrar en éste, como una forma de ingreso adicional en caso de que perdieran sus trabajos.
Debo confesar que el tema de la vivienda no era prioritario para mí, así que creí que el meollo del asunto estaba en los proyectos productivos anexos al programa de vivienda, junto a otras ventajas a las que pueden acceder los integrantes del proyecto de vivienda, como educación, capacitación, recreación, asesorías psicológicas y acompañamiento en otros procesos.
El tema de la vivienda era de importancia secundaria para mí. Pensaba yo que ya existían demasiadas ventajas y garantías para los compradores de vivienda de interés social, así que el que estuvieran “terminadas” o no, no era un asunto vital. Por supuesto, lejos de mí estaba el entender realmente conceptos como “obra negra”, “obra gris”, y “totalmente terminadas”. Creía inocentemente que “obra gris” era una vivienda con acabados menos costosos, y realmente no entendía qué era eso de “obra negra”.
Para resumir, les contaré que pronto me di cuenta de estos significados. “Obra gris” es una vivienda sin terminar, sin puertas, sin vidrios, sin nada más que pisos en un material que se levanta cuando se barre con fuerza, con techos al descubierto, con filtraciones de aire, paredes con los pegotes de cemento por todos lados, baños y cocinas antihigiénicos, escaleras inseguras y tubería a la vista. La obra negra es peor.. mucho peor Y son casas construidas en lotes de 5 X 5 metros, donde logran construir 70 metros cuadrados construyendo tres y cuatro pisos donde caben dos mini habitaciones, una mini sala, un “patio de ropas” en el último piso, un baño en el segundo, etc., todo unido por escaleras perpendiculares que desafían las leches de la física.
Y del vecindario ni hablar: estas casas están construidas en medio de los cinturones de miseria de la ciudad. Porque allí es donde los lotes pueden costar un poco menos que en otros sectores más centrales.
Obviamente, las casas en obra gris u obra negra, casi nunca se terminan de construir. Siguen así durante muchos años -20 o más-, así que las personas se acostumbran a vivir en esas pocilgas, sin privacidad, amontonados como cerdos para ceba, aclimatados para vivir siempre miserablemente o buscar la salida a su pobreza metiéndose a la guerrilla, a la policía o a bandas de criminales.
¿Y saben cuánto cuesta adquirir una de estas pocilgas…? ¡45 millones de pesos..! ¡22 mil dólares americanos…!
Pero eso es en apariencia. En realidad, si logran acceder a un crédito bancario, ellos terminarán pagando ¡440 millones de pesos….! (aprox. 210 mil dólares US) por un rancho invivible.
Vivirán esclavizados durante 15 ó 16 años para pagar una suma astronómica por sus 25 metros cuadrados de tierra. ¡Habrán comprado terreno a 176 millones de pesos el metro cuadrado…! Ni Bill Gates ni Marcos Witt podrían darse esos lujos..
Eso, en el caso de que corran con suerte y puedan acceder a un préstamo bancario. Pero sucede que el sistema está diseñado para que quienes adquieran vivienda de interés social no sean precisamente a quienes va dirigido el programa.
Cómo funciona el sistema:
Cuando una persona va a buscar una vivienda de interés social, sabe que tiene que ganar menos de 4 salarios mínimos legales mensuales vigentes, es decir, menos de 1.600.000. El gobierno tiene una tabla para apoyar con subsidios a quienes más lo necesitan. En la tabla, quien gane ese millón seiscientos mil como tope, recibirá apenas un subsidio de poco más de millón y medio.
Resulta que quien gane un millón y medio no es catalogado en este país como pobre. En realidad, está muy por encima de la gran mayoría de los colombianos.
Por otro lado, quien gane –digamos- dos salarios mínimos mensuales, el gobierno le ayuda con un subsidio de hasta 9 millones de pesos.
El truco está en lo siguiente: Quien gane un millón y medio, puede obtener préstamo bancario pero su subsidio sería casi inexistente, así que las cuotas bancarias le quedarían muy altas (a menos que tenga un dinero ahorrado para mitigar el crédito)
Y quien gane menos de ese millón y medio, tendría subsidio gubernamental pero no tendría crédito bancario para acceder a estas “casas”-
En otras palabras: hay que ser suficientemente rico como para acceder a un crédito y, al mismo tiempo, suficientemente pobre para tener un subsidio gubernamental. Una paradoja macabra.
El ministro Lozano entregó hace poco un proyecto al Congreso para reformar el sistema de vivienda de interés social. Lo novedoso del asunto es lo siguiente: Ya no será obligatorio que la vivienda tenga una sola habitación, sino que DOS habitaciones serán la norma legal. Tan generoso el ministro.
De resto, sigue todo igual. Se planea dividir el subsidio entre cuota inicial y algo para el crédito. Pero no se legisla sobre el problema real: Los bancos. No se dice nada de sus aberrantes ganancias con los créditos para estas casas, ni se les obliga a otorgarles créditos a quienes realmente los necesitan. No dicen nada acerca de los bancos que se quedan con las casas de quienes ya las han pagado tres y cuatro veces (recuerden que las pagan hasta 12 veces), ni mencionan la labor de los jueces que están prestos a desalojar a los infelices que se dejan ahogar por el peso de esta deuda impagable.
¿Y saben por qué no se atreven a meter en cintura a los banqueros y jueces…?
Porque los banqueros son quienes financian las campañas políticas de quienes llegan al poder: congresistas y presidente le deben favores a los banqueros. Los banqueros son dueños, además, de industrias, medios de comunicación, universidades… controlan todo y tienen el poder para vetar a quien se atreva a ponerse en su camino.
También controlan a los jueces. Por eso, cuando Álvaro Uribe le dice al Banco de la República (en manos de representantes de la oligarquía y del clero), que es el banco supuestamente estatal… cuando Uribe le dice a este banco que no suba las tasas de interés y no encarezca aún más la inalcanzable canasta familiar, los banqueros salen en los medios (que son suyos) a decirle al presidente que no meta en lo que no le incumbe. Al otro día, salen los magistrados de la Corte Suprema a decirle al presidente que no tiene por qué inmiscuirse en esos asuntos. Como si la economía nacional no fuera asunto del gobierno… como si los pobres no debieran estar en la agenda presidencial. Hoy, cuando Uribe tiene un amplio respaldo popular, podría darse el lujo de rebelarse contra las oligarquías que lo financiaron. Ya se enfrentó a Santodomingo, dueño de Caracol y de miles de industrias, y sigue firme. Ya se enfrentó a los dueños de la revista Semana (amén de otras inversiones en el sistema financiero), y ninguno de los oligarcas ha podido hacerle mella. Se enfrentó a los oligarcas de la izquierda, comisionistas de Rockefeller y de poderosas petroleras ruso-americanas, y ellos tampoco han podido asesinarlo. Uribe, un hombre de extracción campesina, no tiene los nexos del resto de políticos que han sido presidentes. No tiene raíces oligarcas, no tiene acciones en multinacionales, no representa petroleras, como los del Polo y Samper, íntimos de la Shell. Tampoco tiene parientes y amigos en la banca mundial, como sí los tienen Pastrana y Gaviria, y como los tiene el Polo. Ortega, el secretario de Hacienda de la administración de Bogotá –del Polo Democrático- fue un alto funcionario del BID. ¿Y, saben quién financiará la construcción del Metro que prometió Samuel Moreno…? Sí..! El BID. Ellos prestarán el dinero y Bogotá quedará endeudada con estos chupasangre hasta el fin de los tiempos. El robo va a ser monumental. Ya lo verán. Los cabecillas del Polo saldrán más multimillonarios de esta administración.
Así que, si el Polo –que es supuestamente un partido a favor de los pobres- es lo mismo que los partidos tradicionales, bajo las órdenes de los mismos dueños, uno se pregunta si algún día existirá solución para los oprimidos.
Uribe tiene en sus manos la solución –al menos temporal- para este problema. Si decide encaminarse hacia allá, perpetuando su enfrentamiento con las oligarquías colombianas, o- por el contrario, si decide apalancarse con el respaldo popular para cambiar la situación, es una cuestión que está por verse. Y de eso dependerá de que –como Lincoln- termine asesinado por el poder detrás del poder, o que termine como el resto de presidentes que han ocupado la Casa de Nariño: viviendo a costillas de su prestigio y emborrachándose con los cabecillas del Polo Democrático.
Ricardo Puentes M (ricardopuentes.blogspot.com)