La situación escalofriante que se esta viviendo en el Oriente Medio tiene al mundo entero horrorizado por las masacres que ambos bandos, israelíes y palestinos, están cometiendo matándose entre si y dejando una increíble estela de muertes donde los inocentes, comenzando por los niños, son los sacrificados que mas sufren con estos crueles ataques inhumanos.
No es posible defender a ninguno de los países involucrados porque ambos tienen la misma culpa de la guerra: los palestinos por su mentalidad de fanáticos incontrolables que aun a sabiendas de que la reacción judía iba a ocasionarles inmensos desastres en vidas y bienes, se han dedicado a disparar cohetes con misiles contra territorios habitados por civiles de Israel. Por su lado la exagerada venganza de Israel ha dejado sólo tierra arrasada con, hasta el momento, más de 1.000 muertos de los cuales 200 son inocentes niños que no tienen la culpa de la crueldad de los insanos mayores.
Todo esto nos hace ver la triste realidad, de las tragedias de un país en guerra. El mundo entero, comenzando por organismos como las Naciones Unidas, cuya capacidad para controlar hechos de esta naturaleza está en duda desde hace muchos años, han tratado de parar esta barbarie, sin que hasta el momento se vislumbre ni la más remota solución. Esta ha sido la historia de la humanidad, especialmente en toda esa región donde el pan de cada día, es el tremendo odio que mantienen entre sí los habitantes de todos los países que la conforman.
Pero, como si lo anterior fuera poco, vemos ahora como bajo la carpa del circo bolivariano comienza a alinearse el circo chavista haciendo alardes de humanismo y dándose vitrina con grandes aspavientos, dizque rompiendo relaciones con Israel y respaldando a los palestinos exonerándolos de toda culpa. Comenzó el “libertador” Chávez y a renglón seguido, como tratando de asustar al mundo, se lanzó a la palestra el Evon de Bolivia, quien no se podía quedar atrás de su amo, cumpliendo las órdenes que se le imparten para no correr el peligro de que le corten el chorro de petróleo con que lo están apalacando.
Al escribir esta columna -jueves- veo muy difícil que al sábado -hoy- , no tengamos ya en público la noticia de que el mariquetas de Ecuador y el baboso de Nicaragua hayan hecho lo mismo, porque si se siguen demorando les van a jalar hasta lo que sabemos. No hay derecho a que entre la mayoría de nuestros países que con orgullo y berraquera tratamos de salir adelante a pesar de los ataques de los mamertos, que siguen todavía arrastrándose por lo suelos de nuestras patrias, nos tengamos que aguantar a un puñadito de demagogos baratos, que viven de darse vitrina insultando a quienes los países democráticos del mundo reconocen por sus grandes esfuerzos para alcanzar mejores metas de vida, y algún día lograr vivir en paz, como nos lo merecemos.
-Pero si lo anterior nos estremece, ¿qué podemos decir del artero ataque de los “valientes” asesinos de las Farc cometido el martes contra unos pobres niños campesinos de Nariño masacrados con pipetas bombas ¡Eso sí es cobardía de verdad!
P.D. ¿Y donde está el hideputa del Vivanco, el vividor de las terroristas Human Rigths Watch, que hasta el momento no ha abierto su boca para condenar este horroroso crimen?
No es posible defender a ninguno de los países involucrados porque ambos tienen la misma culpa de la guerra: los palestinos por su mentalidad de fanáticos incontrolables que aun a sabiendas de que la reacción judía iba a ocasionarles inmensos desastres en vidas y bienes, se han dedicado a disparar cohetes con misiles contra territorios habitados por civiles de Israel. Por su lado la exagerada venganza de Israel ha dejado sólo tierra arrasada con, hasta el momento, más de 1.000 muertos de los cuales 200 son inocentes niños que no tienen la culpa de la crueldad de los insanos mayores.
Todo esto nos hace ver la triste realidad, de las tragedias de un país en guerra. El mundo entero, comenzando por organismos como las Naciones Unidas, cuya capacidad para controlar hechos de esta naturaleza está en duda desde hace muchos años, han tratado de parar esta barbarie, sin que hasta el momento se vislumbre ni la más remota solución. Esta ha sido la historia de la humanidad, especialmente en toda esa región donde el pan de cada día, es el tremendo odio que mantienen entre sí los habitantes de todos los países que la conforman.
Pero, como si lo anterior fuera poco, vemos ahora como bajo la carpa del circo bolivariano comienza a alinearse el circo chavista haciendo alardes de humanismo y dándose vitrina con grandes aspavientos, dizque rompiendo relaciones con Israel y respaldando a los palestinos exonerándolos de toda culpa. Comenzó el “libertador” Chávez y a renglón seguido, como tratando de asustar al mundo, se lanzó a la palestra el Evon de Bolivia, quien no se podía quedar atrás de su amo, cumpliendo las órdenes que se le imparten para no correr el peligro de que le corten el chorro de petróleo con que lo están apalacando.
Al escribir esta columna -jueves- veo muy difícil que al sábado -hoy- , no tengamos ya en público la noticia de que el mariquetas de Ecuador y el baboso de Nicaragua hayan hecho lo mismo, porque si se siguen demorando les van a jalar hasta lo que sabemos. No hay derecho a que entre la mayoría de nuestros países que con orgullo y berraquera tratamos de salir adelante a pesar de los ataques de los mamertos, que siguen todavía arrastrándose por lo suelos de nuestras patrias, nos tengamos que aguantar a un puñadito de demagogos baratos, que viven de darse vitrina insultando a quienes los países democráticos del mundo reconocen por sus grandes esfuerzos para alcanzar mejores metas de vida, y algún día lograr vivir en paz, como nos lo merecemos.
-Pero si lo anterior nos estremece, ¿qué podemos decir del artero ataque de los “valientes” asesinos de las Farc cometido el martes contra unos pobres niños campesinos de Nariño masacrados con pipetas bombas ¡Eso sí es cobardía de verdad!
P.D. ¿Y donde está el hideputa del Vivanco, el vividor de las terroristas Human Rigths Watch, que hasta el momento no ha abierto su boca para condenar este horroroso crimen?
Jaime Alzate (lapatria.com)
Lo bueno de los primeros párrafos queda opacado por lo malo de los últimos. Cuando se lanzan epítetos ("mariquetas", "baboso", "hideputa", "mamertos") contra las personas, se desdice de los argumentos con los que se los ataca.
ResponderEliminarDe acuerdo con Deep Field. Ese lenguaje le quita cualquier merito intelectual que el ejercicio de escribir el articulo haya podido tener, y le resta toda credibilidad, reduciendolo al estatus de panfleto ideologico. Es el equivalente ser violento: hablar violento; escribir violento. El lenguaje es el reflejo nitido del aquel que lo emite.
ResponderEliminarQue tristeza ver este tipo de elementos, cargados de odio y con semejante lenguaje, con una tribuna para irradiar su porqueria.Que le pueden aportar a la sociedad.
ResponderEliminarCiertamente, cuando se sacan las cosas de su contexto político y se recurre a bajas pasiones, el debate se reduce a simple panfletería
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