Desde pequeños nos introducen en la mentira. Primero nos hacen creer en la navidad, y con ella en el nacimiento de Jesús, y luego en los reyes magos, según qué país Santa Claus, Papá Noel…
Vivimos un cuento mágico. Nos regalan cosas todo el tiempo, sin saber por qué nos las merecemos. Somos niños y nos alimentan con mentiras para que crezcamos en la mentira, pero inculcándonos cosas como la honestidad, la voluntad, y por supuesto, indicándonos siempre que no se debe mentir, que debemos decir siempre la verdad.
¿La paradoja es creíble? ¿Si soy bueno los reyes me traen regalos? ¿Si soy malo no?
¿Qué pasaría si desde nuestra más tierna infancia nos inculcasen valores distintos, y no nos hicieran creer en reyes, papás noeles, o santas clauses alguno?
Si nos dijeran que la navidad es un invento del hombre para sacar beneficio de ello. Si nos dijeran que los reyes magos son otro invento del hombre con las mismas intenciones que se han inventado Papá Noel, Santa Claus etcétera. Quizá el mundo sería distinto. Probablemente no tendríamos que alimentar la mentira que nos alimenta. Y a este punto me refiero con el título de este artículo “Alimentando la mentira que nos alimenta”, porque una vez se ha iniciado la misma, esta mentira de la navidad o cualquier otra relacionada con nuestra existencia, comienza a tomar proporciones que ya nos desbordan y acaba subyugándonos a ella, obligándonos a alimentarla, a mimarla y hacer todo lo posible para que sea creíble. Es entonces cuando su magnitud nos devora por completo, y así generación tras generación, sin atrevernos a llamar al pan, pan, y al vino, vino.
¿Hasta cuándo vamos a seguir alimentando mentiras, hasta cuándo vamos a seguir permitiendo que la mentira nos alimente?
Un cambio en la actitud de los seres humanos es esencial para que todo cambie en pos de una nueva civilización. Una nueva era donde por fin reconozcamos que no podemos seguir viviendo en una mentira. ¿Qué es el ser humano? ¿Para qué su existencia? ¿Para adorar ídolos de barro, para fomentar la falsedad entre ellos?
Un tiempo nuevo ha de venir, y en este tiempo no puede caber la mentira. Pero: ¿de qué se alimentará el ser humano entonces si ha dejado de lado la especulación y la farsa que desde miles de años ha ido representando?
¿Qué valores deben crecer en esa nueva raza? Seguramente no podrán ser similares a los que hoy representan al hombre, ni a los que lo han representado a través de los siglos. Este es el enigma que se presenta a esa nueva raza: ¿qué modo de existencia elegirán en pos de alimentar la nueva civilización?
De momento seguimos alimentando la gran mentira de todos los tiempos: “El hombre como ser racional y civilizado”
Dejemos de una vez por todas de seguir alimentando mentiras, pasemos hambre por una vez, será suficiente para que el mundo se renueve.
Salvador Moreno Valencia (ellibrepensador.com)
Vivimos un cuento mágico. Nos regalan cosas todo el tiempo, sin saber por qué nos las merecemos. Somos niños y nos alimentan con mentiras para que crezcamos en la mentira, pero inculcándonos cosas como la honestidad, la voluntad, y por supuesto, indicándonos siempre que no se debe mentir, que debemos decir siempre la verdad.
¿La paradoja es creíble? ¿Si soy bueno los reyes me traen regalos? ¿Si soy malo no?
¿Qué pasaría si desde nuestra más tierna infancia nos inculcasen valores distintos, y no nos hicieran creer en reyes, papás noeles, o santas clauses alguno?
Si nos dijeran que la navidad es un invento del hombre para sacar beneficio de ello. Si nos dijeran que los reyes magos son otro invento del hombre con las mismas intenciones que se han inventado Papá Noel, Santa Claus etcétera. Quizá el mundo sería distinto. Probablemente no tendríamos que alimentar la mentira que nos alimenta. Y a este punto me refiero con el título de este artículo “Alimentando la mentira que nos alimenta”, porque una vez se ha iniciado la misma, esta mentira de la navidad o cualquier otra relacionada con nuestra existencia, comienza a tomar proporciones que ya nos desbordan y acaba subyugándonos a ella, obligándonos a alimentarla, a mimarla y hacer todo lo posible para que sea creíble. Es entonces cuando su magnitud nos devora por completo, y así generación tras generación, sin atrevernos a llamar al pan, pan, y al vino, vino.
¿Hasta cuándo vamos a seguir alimentando mentiras, hasta cuándo vamos a seguir permitiendo que la mentira nos alimente?
Un cambio en la actitud de los seres humanos es esencial para que todo cambie en pos de una nueva civilización. Una nueva era donde por fin reconozcamos que no podemos seguir viviendo en una mentira. ¿Qué es el ser humano? ¿Para qué su existencia? ¿Para adorar ídolos de barro, para fomentar la falsedad entre ellos?
Un tiempo nuevo ha de venir, y en este tiempo no puede caber la mentira. Pero: ¿de qué se alimentará el ser humano entonces si ha dejado de lado la especulación y la farsa que desde miles de años ha ido representando?
¿Qué valores deben crecer en esa nueva raza? Seguramente no podrán ser similares a los que hoy representan al hombre, ni a los que lo han representado a través de los siglos. Este es el enigma que se presenta a esa nueva raza: ¿qué modo de existencia elegirán en pos de alimentar la nueva civilización?
De momento seguimos alimentando la gran mentira de todos los tiempos: “El hombre como ser racional y civilizado”
Dejemos de una vez por todas de seguir alimentando mentiras, pasemos hambre por una vez, será suficiente para que el mundo se renueve.
Salvador Moreno Valencia (ellibrepensador.com)
Este artículo no tiene ningún valor filosófico ni político, si la calidad de este sitio de internet se puede medir por este texto.. deja mucho que desear, no tiene ningún rigor hablar de "nuevo tiempo", "nueva raza" esto demuestra la confusión mental del autor. Hablar de mentiras que alimentan otras mentiras en menoscabo de lo real es ingenuo, suena casi a complot y le da cierto aire de mesias patetico al que se expresa de esa manera, porque entonces el si no está cegado por esta mentira. Si mira filosofia posestructuralista, desde hace rato se descubrió que el hombre como sujeto de conocimiento no puede relacinarse directamente con "lo real" o el objeto en si, todo conocimiento es parcial y mediado por signos así que en términos prácticos es inevitable escapar a la subjetividad.
ResponderEliminarEres un filosofo de pacotilla primero sea real y viva la verdad de la vida no de la de nino .: Sabio malo
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