Me topé hace unas semanas con un par de partes de guerra de las Farc que me sorprendieron particularmente por los abultados positivos contra la Fuerza Pública reportados por unidades del Bloque Oriental y de los Comandos Conjuntos Central y Occidental, supuestamente logrados entre septiembre y octubre pasado. No es nuevo que este grupo guerrillero emita este tipo de partes. Sin embargo, hace un buen rato no sacaban un consolidado por bloques, así que me detuve a analizar su contenido.
Miremos algunos datos de los partes mencionados: dicen las Farc que sus estructuras en el oriente, centro y occidente realizaron más de un centenar de acciones armadas en las que resultaron muertos alrededor de 230 miembros del Ejército y la Policía y otros 150 fueron heridos. Esto en tan sólo dos meses y en una fracción del territorio nacional (aunque es aquella en la que mantienen mayor capacidad). Proyectando estos resultados al año entero, y sin contar los resultados de sus otras unidades, al final de este año las Farc habrían dado de baja o herido aproximadamente a unos 2300 miembros de la Fuerza Pública.
En contraste, los datos de los organismos de seguridad del Estado indican que en lo que va corrido del 2008 (a noviembre) el total de militares y policías muertos y heridos en ataques propiciados por las Farc en todo el territorio nacional no llegan a los 150. Además, cerca de la mitad de estos incidentes son el resultado de la activación de campos minados instalados por los guerrilleros. Estos, en cambio, sólo registran una cuarta parte de sus “positivos” como ocasionados por minas antipersona.
Estos resultados presentados por las Farc que parecen rimbombantes comparados con los datos oficiales, son absolutamente irrisorios cuando se contrastan con reportes anteriores de la propia organización. Los últimos que encontré que eran medianamente comparables fueron unos de principios de 2005 publicados por la Revista Resistencia. En éstos se informaba que en cuestión de tres meses las estructuras en el oriente, centro y occidente del país, habían abatido o herido a más de mil miembros de la Fuerza Pública. Es decir, según las proporciones que indican sus propios datos, las Farc estarían hoy golpeando tres veces menos a las fuerzas militares y de policía en las áreas donde sus bloques tiene la mayor influencia. Esto estricto sentido coincide con la visión del gobierno sobre la reducción drástica de la capacidad armada de las Farc en los últimos años.
No sé si las Farc utilicen sus partes de guerra para evaluar los avances de su lucha armada. Mi sospecha es que no y que más bien los usan como medio de propaganda hacia adentro y hacia el exterior. En ambos casos pretenden mostrar una elevada capacidad para propinarle golpes importantes a las fuerzas de seguridad del Estado y resistir los embates de la Política de Seguridad Democrática. De ahí que considere poco fiables tales reportes.
Sin embargo, debo admitir que me llamó mucho la atención el detalle con que informan sobre los incidentes. Realmente “fabricarlos” debe costar trabajo. De ahí que me propuse un último ejercicio que es contrastar los incidentes registrados en los partes de las Farc con aquellos registrados por los organismos de seguridad del Estado. Y esto encontré:
Hallé unas inconsistencias extrañas, como por ejemplo, las relativas a helicópteros caídos. Reportan las Farc el derribo de dos helicópteros, uno producto de un ataque de la Teófilo Forero a mediados de octubre en El Pato, Caquetá, en el cual murieron 5 de sus ocupantes y otros 6 quedaron heridos; el otro un MI Ruso derribado por el Bloque Iván Ríos en Anorí, Antioquia, a finales de octubre con resultado de 7 militares muertos. La única coincidencia que hallé en el informe oficial con este reporte, fue la “caída accidental” de un helicóptero a mediados de octubre en Planadas, Tolima, incidente en el cual murieron el Comandante de la Brigada Móvil No. 8 y tres ocupantes más.
Son mínimos los incidentes en que los datos oficiales y los del grupo guerrillero coinciden plenamente. Curiosamente uno de ellos es el único reportado por las Farc con civiles afectados. Se trata de la caída de 10 erradicadores manuales en Vistahermosa, Meta, a mediados de octubre en un campo minado instalado por el Frente 27. Otro incidente de este tipo que llama la atención es una emboscada a principios de octubre ocurrida en Barbacoas, Nariño, como resultado de la cual murieron 10 militares (8 según los datos oficiales).
Finalmente, hay una buena cantidad de hechos en los partes de guerra de las Farc que no aparecen en los reportes oficiales y que son llamativos por el número de bajas que involucran. Las autoridades no reportan sobre episodios como la activación de un campo minado en Jambaló, Cauca, en septiembre pasado en el cual supuestamente murieron 40 militares, o la destrucción entre finales de septiembre y principios de octubre de tres pirañas en Río Raposo, Valle, donde fueron dados de baja un total de 39 militares.
Estas inconsistencias siembran dudas que valdría la pena dilucidar. Yo en principio me inclino por las cifras oficiales. Éstas, con todo y sus execrables falencias como los escandalosos falsos positivos, tienen un mínimo control representado en el seguimiento estadístico de largo plazo que juiciosamente ha venido haciendo por ejemplo el Observatorio de Derechos Humanos de la Vicepresidencia de la República. Considero que los informes periódicos elaborados por esta entidad en los últimos ocho años y en particular el publicado en agosto pasado, son elementos indispensables a la hora de hacer balances de la guerra hoy en Colombia.
Maria Victoria Llorente (Fundacion Ideas por la Paz)
Miremos algunos datos de los partes mencionados: dicen las Farc que sus estructuras en el oriente, centro y occidente realizaron más de un centenar de acciones armadas en las que resultaron muertos alrededor de 230 miembros del Ejército y la Policía y otros 150 fueron heridos. Esto en tan sólo dos meses y en una fracción del territorio nacional (aunque es aquella en la que mantienen mayor capacidad). Proyectando estos resultados al año entero, y sin contar los resultados de sus otras unidades, al final de este año las Farc habrían dado de baja o herido aproximadamente a unos 2300 miembros de la Fuerza Pública.
En contraste, los datos de los organismos de seguridad del Estado indican que en lo que va corrido del 2008 (a noviembre) el total de militares y policías muertos y heridos en ataques propiciados por las Farc en todo el territorio nacional no llegan a los 150. Además, cerca de la mitad de estos incidentes son el resultado de la activación de campos minados instalados por los guerrilleros. Estos, en cambio, sólo registran una cuarta parte de sus “positivos” como ocasionados por minas antipersona.
Estos resultados presentados por las Farc que parecen rimbombantes comparados con los datos oficiales, son absolutamente irrisorios cuando se contrastan con reportes anteriores de la propia organización. Los últimos que encontré que eran medianamente comparables fueron unos de principios de 2005 publicados por la Revista Resistencia. En éstos se informaba que en cuestión de tres meses las estructuras en el oriente, centro y occidente del país, habían abatido o herido a más de mil miembros de la Fuerza Pública. Es decir, según las proporciones que indican sus propios datos, las Farc estarían hoy golpeando tres veces menos a las fuerzas militares y de policía en las áreas donde sus bloques tiene la mayor influencia. Esto estricto sentido coincide con la visión del gobierno sobre la reducción drástica de la capacidad armada de las Farc en los últimos años.
No sé si las Farc utilicen sus partes de guerra para evaluar los avances de su lucha armada. Mi sospecha es que no y que más bien los usan como medio de propaganda hacia adentro y hacia el exterior. En ambos casos pretenden mostrar una elevada capacidad para propinarle golpes importantes a las fuerzas de seguridad del Estado y resistir los embates de la Política de Seguridad Democrática. De ahí que considere poco fiables tales reportes.
Sin embargo, debo admitir que me llamó mucho la atención el detalle con que informan sobre los incidentes. Realmente “fabricarlos” debe costar trabajo. De ahí que me propuse un último ejercicio que es contrastar los incidentes registrados en los partes de las Farc con aquellos registrados por los organismos de seguridad del Estado. Y esto encontré:
Hallé unas inconsistencias extrañas, como por ejemplo, las relativas a helicópteros caídos. Reportan las Farc el derribo de dos helicópteros, uno producto de un ataque de la Teófilo Forero a mediados de octubre en El Pato, Caquetá, en el cual murieron 5 de sus ocupantes y otros 6 quedaron heridos; el otro un MI Ruso derribado por el Bloque Iván Ríos en Anorí, Antioquia, a finales de octubre con resultado de 7 militares muertos. La única coincidencia que hallé en el informe oficial con este reporte, fue la “caída accidental” de un helicóptero a mediados de octubre en Planadas, Tolima, incidente en el cual murieron el Comandante de la Brigada Móvil No. 8 y tres ocupantes más.
Son mínimos los incidentes en que los datos oficiales y los del grupo guerrillero coinciden plenamente. Curiosamente uno de ellos es el único reportado por las Farc con civiles afectados. Se trata de la caída de 10 erradicadores manuales en Vistahermosa, Meta, a mediados de octubre en un campo minado instalado por el Frente 27. Otro incidente de este tipo que llama la atención es una emboscada a principios de octubre ocurrida en Barbacoas, Nariño, como resultado de la cual murieron 10 militares (8 según los datos oficiales).
Finalmente, hay una buena cantidad de hechos en los partes de guerra de las Farc que no aparecen en los reportes oficiales y que son llamativos por el número de bajas que involucran. Las autoridades no reportan sobre episodios como la activación de un campo minado en Jambaló, Cauca, en septiembre pasado en el cual supuestamente murieron 40 militares, o la destrucción entre finales de septiembre y principios de octubre de tres pirañas en Río Raposo, Valle, donde fueron dados de baja un total de 39 militares.
Estas inconsistencias siembran dudas que valdría la pena dilucidar. Yo en principio me inclino por las cifras oficiales. Éstas, con todo y sus execrables falencias como los escandalosos falsos positivos, tienen un mínimo control representado en el seguimiento estadístico de largo plazo que juiciosamente ha venido haciendo por ejemplo el Observatorio de Derechos Humanos de la Vicepresidencia de la República. Considero que los informes periódicos elaborados por esta entidad en los últimos ocho años y en particular el publicado en agosto pasado, son elementos indispensables a la hora de hacer balances de la guerra hoy en Colombia.
Maria Victoria Llorente (Fundacion Ideas por la Paz)
Evidentemente los partes de guerra de ambos bandos, nunca coinciden en un conflicto, parte de ellos son propaganda, tanto por un bando o por el otro, esto es extensivo a cualquier conflicto armado, no solo al colombiano, es curioso que la base de tu articulo se sustente en llamar falsos positivos a los numeros de las FARC, tan solo porque no coinciden con los que el ejercito publica, a su vez es curioso que culpes a las FARC de falsos positivos, cuando precisamente quien esta inmerso de lleno en esa habitual practica es el ejercito y el gobierno colombiano, es curioso que su articulo no haya mención al respecto, por su misma teoria, si comparamos las bajas de guerrilleros y desmovilizados que ofrece el gobierno colombiano con los que reconoce la propia guerrilla, estariamos hablando de millares de falsos positivos al año y alrededor de todo el pais.
ResponderEliminarLogicamente supongo que lo que yo escribo no tiene ni pies ni cabeza, pues a su modo de ver, yo seré otro de esos dinosaurios...
Lei una serie de articulos y no deja de sorprenderme la capacidad argumentatitiva tan mediocre de la burgesia colombiana o de sus lacayos y serviles profesionales de muchas universidades del pais...y como tambien se que estas paginas son hechas solo como ayuda para la cia, entonces me despido sin mayor afan, una sola recomendacion lean, pero lean bien, babosos, uribistas, mediocres y paracos...jajajajajajajajajaja, no se preocupen por mi, me imagino que la inteligencia de santos ya debe tener mi IP registrada......jjajajajajajajajajajajajajajajajaj
ResponderEliminarViva Colombia,sin sectarios,sin matones, sin masacres,sin guerrila, Sin paramilitares, sin URIBESTIAS. Viva Colombia,sin pobreza, sin injusticias sociales,sin falsos positivos, sin chafarotes,sin dictadores, sin delincuencia,sin corrupcion.
ResponderEliminarProspero AÑO NUEVO SIN FURIBISTAS DEMENTES Y FACHOS Y CON TENDENCIAS "RARAS"
Pobres mamertos, se habla de falsos positivos de las far, y brincan como ranas en el charco... Eso, sigan apoyando a las far! es increible ver toda la justicia social que han creado en 50 años, la cantidad de empleos, la educación, salud y demas temas que siempre mensionan como mamertos. No son mas que FARIANOS MAMERTOS RESENTIDOS ENCAPUCHADOS, MARXITAS SECTARIOS, ASESINOS, SECUESTRADORES
ResponderEliminarQUE BELLEZA SEÑOR ADMINISTRADOR VIENDO ESTE BLOG HICE UN MENSAJE QUE POR LO VEO ME LO CENSURO... PERO NO IMPORTA PORQUE EN ALGUN MOMENTO LA VERDAD SALDRA A LA LUZ COMO TANTAS MASACRES QUE HIZO EL ESTADO..... NO SEA TAN ESCUALIDOOOOOOOOO Y DEJE OPINAR!!!!
ResponderEliminarANTIURIBESTIAS POR LA VERDAD