Uno pensaría de entrada que si Álvaro Uribe queda habilitado para reelegirse, nada impedirá que lo haga. Sin embargo, una opinión que publicó este periódico del Secretario Jurídico de la Presidencia me dejó pensando que no necesariamente eso tiene que ser tan automático.
Alguien que ocupa un cargo de jerarquía tan relativa como el secretario Edmundo del Castillo no parecería tener la autonomía suficiente para ir por ahí confesando que no está de acuerdo con la reelección en el 2010, sino con la del 2014. Esa opinión pueden darla sin miedo al regaño un jerarca de la Iglesia como monseñor Pedro Rubiano, o un empresario como Luis Carlos Villegas, o un ex asesor presidencial con suficiente peso en la cola como Fabio Echeverri. Pero viniendo de un subalterno tan subalterno, no hay sino dos opciones: o es una mala persona que quiere dejar su cargo dando un portazo (cosa que no creo), o el secretario jurídico de Uribe está repitiendo algo que ha escuchado en los corredores de Palacio como una posibilidad.
Yo la cogí por ahí. Por la posibilidad de que se lo haya oído decir a alguien, incluso al propio Presidente. Y he venido tejiendo desde entonces un plan B de la reelección. Que consistiría en que, una vez superados los obstáculos de la revisión de la Corte y de la votación del referendo y ya con el permiso de competir en las elecciones presidenciales del 30 de mayo, Uribe se lleve el permiso sin usar y le despeje el camino a alguno de los candidatos uribistas que aspiran a sucederlo.
Pensarán ustedes que la cosa es medio loca. Pero no lo es tanto si analizamos todas las "jarteras" actuales que se ahorra Uribe.
Primero, saltándose un período se ahorraría la casi totalidad de las injurias que le está lanzando la oposición, como la de que es un dictador. Y que intenta tumbar la Constitución del 91 y alterar el equilibrio de los poderes públicos con su segunda reelección inmediata utilizando en su campaña, como Presidente-candidato, privilegios que no tienen los demás contrincantes que no están en ejercicio del poder, como la vitrina gratis en los medios de comunicación que por naturaleza tiene todo gobernante; los dineros públicos para hacer proselitismo, los consejos comunales, el avión presidencial y otras gabelas semejantes, que hacen casi imposible competir electoralmente contra un presidente en ejercicio.
Hasta se ahorraría la incómoda acusación de que, con su ambición, está taponando una oportunidad generacional, frustrando aspiraciones absolutamente legítimas y contemporáneas, como las de Santos y Noemí. Y hasta se ahorraría la incomodidad de doña Lina. Y un nuevo editorial de Bastenier en El País de Madrid.
Si la Presidencia del 2010 la ocupa algún otro uribista, Uribe sería durante cuatro años el poder detrás del trono. Con toda autoridad mantendría su "sirirí" sobre la forma como el nuevo gobierno estaría cuidándole sus obsesiones en materia de seguridad democrática, confianza inversionista y cohesión social. Porque, por más independientes que sean Santos o Noemí (suponiendo que en alguno de los dos recaiga la sucesión presidencial del 2010), no lo serán tanto como para marginar a Uribe como consejero influyente y deliberante, con la autoridad que le dará haberse retirado de la Presidencia con un 70 por ciento de popularidad y llevándose entre el bolsillo el permiso de la reelección. Con lo cual adquiriría, a partir del 2010, el poderosísimo estatus indefinido de ex presidente presidenciable, hasta que él quiera mantenerlo.
Es cierto que ese experimento nos cuesta la bobadita de cien mil millones de pesos. Pero, si de todas maneras eso costará el referendo, ¿qué diferencia hace que no sea para la Presidencia de ahora, sino para la de dentro de cuatro años?
Más costoso que eso saldrán los honorarios del siquiatra de los antiuribistas furibundos cuando, a falta de un Uribe, vengan dos, con el que muy posiblemente gobernaría en lugar de él a partir del 2010. Hasta que llegue el 2014, cuando todavía tendrán pendiente... ¡otro gobierno de Álvaro Uribe!
SE ME OLVIDA ¿Alguien les podrá decir a los proveedores de películas de cable que están trayendo al país que los doblajes son detestables y que el buen cine se ve en el idioma original, con letreros?
lo del 70 % de popularidad es pura paja
ResponderEliminareso son encuestas compradas
solo en esta pagina jajajaja
ResponderEliminarAlvaro Uribe Velez
57 (19%)
Rafael Pardo
2 (0%)
Gustavo Petro
230 (77%)
Votaria en Blanco
5 (1%)
No votaria
4 (1%)
Esta lagarta se escribe toda esa perorata para metero lo del tal 70% que solo se creen los analfabetas uribestias. por cierto lástima que no puedan ller este comentario. sorry...
ResponderEliminarsería interesante que utilizaran toda esta infraestructura de internet para cuestionar los chanchullos de agro ingreso seguro AIS. Su página es otra forma de la motosierra, pero en digital. Espero que cuando la CPI venga por el enanito que los trasnocha, tengan el valor de poner la cara... Fujimori también tenía sus aulicos, sus amanuenses, no tan digitales como los paracos que financian esta página, pero ahi songoro cosongo, el tipo está 80 metros bajo tierra, a lado de su josé obdulio, digo montesinos.
ResponderEliminarSupongo que amenazas significa en su reducido paradiccionario: "pensar difrente"
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